sábado, enero 18, 2014

Previa "La Anarquista" con Magui Mira y Ana Wagener

El teatro es lo que me alimenta el alma

Un nuevo texto de la extensa literatura de David Mamet se vuelve a encontrar con el Festival de Teatro de Málaga. En este caso se trata de La anarquista donde conoceremos a Cathy, una condenada a cadena perpetua que va a jugarse su libertad en la decisión de Ann, la funcionaria de prisiones que la va a interrogar en un duelo dialéctico que va dar, seguro, mucho que hablar en los tres días que estarán representándola en el Teatro Echegaray. Hablamos con las dos actrices protagonistas, Ana Wagener y Magüi Mira, sobre la preparación de sus personajes y que nos den sus motivos por los que no debemos perdernos esta obra.

Ana Wagener es Ann, la funcionaria de prisiones que lleva a ultranza la defensa de algo en lo que cree aunque lo que crea se desmorone. 

 
P: El espectáculo está concebido para una sala pequeña para que la sensación de encerramiento y de estar más concentrados en el interrogatorio de las dos sea aún mayor, ¿verdad?

Ana: Está mejor en sitios pequeños pero en sitios grandes el juego de luces que se ha diseñado lo que consigue es que acote ese espacio rectangular que es la sala de interrogatorios. Lo que intentamos es que el público se concentre en ese espacio acotado pero evidentemente es más ad hoc un espacio pequeño. Además sentir al público tan presente a mi me gusta, hay un río de energía que está muy bien.

P: ¿Crees que el espectador se posiciona desde el principio con alguna de las dos o vais jugando a medida que avanza la historia?

Ana: Lo grande que tiene esta función es que Mamet pone las dos partes de la balanza en una secuencia escena, es decir, que empieza y acaba a la hora y cuarto en el mismo sitio y no hay salidas ni entradas. Hay público que se posiciona en un sitio y no sale de ahí pero lo normal es que tu empiezas a comprender una parte, luego la otra y luego te pones en el centro a comprender a las dos. Lo bueno que tiene es que invita a polémica, a reflexión y a una discusión muy sana porque Mamet radiografía a las personas de una manera magistral y, a partir de estos dos personajes, habla de temas universales como puede ser la justicia, la libertad, el amor o la traición. Te habla de dos polos principalmente opuestos pero que tienen algo en común que es el plano emocional porque Mamet siempre conecta con el público.

P: ¿Nos va a hacer valorar la función de reinserción que tiene una prisión?

Ana: Este tema está muy presente. Mi personaje representa al Estado al que somete no al sometido, pero Ann, yo creo que ahí Mamet lo ha hecho muy bien, es un personaje víctima de su puesto y su posición porque ella siempre habla de un plano muy utópico, del Estado y de lo que debería ser el pueblo porque ella sabe que está sirviendo a un Estado completamente corrupto y evidentemente el poder corrompe y yo creo que ella quiere ser una persona que cree en lo que defiende pero sabe que lo que defiende, no lo cree. Tiene enfrente a una persona que ha estado encerrada 35 años pero que tiene una libertad emocional que Ann, por ejemplo, no tiene porque está presa del puesto que tiene que ocupar y de las leyes que tiene que acatar.
P: Como persona, ¿qué te ha aportado hacer esta obra?

Ana: Realmente estar un poco en primera línea de playa. He hecho cosas de teatro apasionantes pero con esta obra he dado un paso más. Ser elegida para el 50% de esta función es estar en un sitio con más luz y personalmente mucha felicidad porque a mi el teatro es lo que me alimenta el alma.

P: Sin haber trabajado antes juntas, dar la sensación de que os habéis compenetrado desde el principio.

Ana: Hemos conseguido muchísima complicidad, ha sido un proceso muy arduo y complicado pero hemos tenido que consensuar muchísimas partes de la función. Al ser dos personajes tan rivales hay que saber hasta dónde llega al límite y hasta dónde se puede cruzar. También tener a alguien enfrente como Magüi Mira es una garantía y está siendo un placer.
P: Yo me solidarizo con las personas que tenemos el apellido complicado, ¿tienes como yo una colección de diplomas con el apellido mal escrito?

Ana: Me han llamado de todo. Hay gente que no me pregunta y se mete en unos jardines tremendos (me expresa todo tipo de locuras con su apellido) que parecen que se han atragantado con un galleta, es que ven una w y se asustan.

Los años colocan y hacen pliegues y arrugas en la piel pero no en el cerebro ni en el alma.

Y Magüi Mira es Cathy, un personaje fiel a si mismo, a sus ideas y principios y simplemente por cómo me desentraña, respeta a su personaje y habla del proceso de creación de la obra merece la pena apostar por ir a ver La Anarquista.

P: En tu caso, eres el personaje que está encerrado pero que tiene la mente libre frente al personaje libre que tiene la mente cerrada. ¿Qué planteamientos tan inteligentes y que te hacen pensar nos plantea siempre David Mamet en sus obras, verdad?

Magüi: Pues si porque Cathy es una mujer presa pero las ideas no se pueden dejar detrás de las rejas, ella sabe que no va a volver a matar, está encerrada por un delito terrorista, mató a dos policías cuando era joven pero ella no va a renunciar nunca a lo que piensa, todo lo contrario. Es una mujer que vive en libertad encerrada, y en libertad con su cuerpo también porque ella es libre en el uso de su cuerpo, es una homosexual que expresa con claridad su homosexualidad y efectivamente el personaje de Ann, es una mujer que está en la calle y está libre pero es presa de una presión de un estado corrupto del que ella es funcionaria y por supuesto, presa de unos convencionalismos sociales porque ella es una homosexual latente.

P: Por la intensidad que se acrecienta aún más si nos ponemos en el contexto de estar encerradas que he podido ver en algunos fragmentos, los ensayos tuvieron que ser duros pero necesarios

Magüi: Es lo más hermoso del proceso de creación porque es donde se descubre el verdadero valor de un texto, sin unos actores que le den vida y acción es un texto en un cajón. Hemos hecho un viaje, muy difícil, porque hemos tenido un director que no ha hecho propuesta si no que nos ha dejado libres con lo cual, por un lado es maravilloso porque tienes una gran responsabilidad como actriz pero también ha sido un viaje junto con Ana por esa selva hasta llegar a entender ese texto y ser capaces de llenarlo de vida.

P: ¿Cómo salís después de cada función?

Magüi: Yo soy una mujer muy mayor igual que Cathy y salgo mareada, agotada físicamente que es como yo creo que saldría Cathy ante una situación así. Es una situación intensa en tempo real, una entrevista sin ninguna elipsis de tiempo y hay un viaje emocional y técnico muy duro. También como bien describe Mamet, Cathy está reconciliada con su edad y con el paso del tiempo, lo ha asumido perfectamente, los años colocan y hacen pliegues y arrugas en la piel pero no en el cerebro, no en el alma. Eso es un gran descubrimiento de Cathy que lo asumo y me identifico plenamente porque yo podría tener la edad que ella.

P: Yo lo celebro pero en este Festival de Teatro estamos descubriendo obras que hacen pensar sobre el abuso de poder, la política y cuestiones sociales ¿crees que estamos en un momento cultural que necesitamos concienciarnos de estos temas y que mejor que con el teatro?

Magüi: Por supuesto pero yo te diría que aquí lo que destripa Mamet para que el espectador reflexione, porque Mamet no sentencia, Mamet destripa, te puedo asegurar que va más allá de la cultura y toca el corazón de la realidad de lo que está pasando en este país. Él pone delante de la mesa, ¿qué pasa con los que matan? ¿son capaces de pedir perdón? ¿qué pasa con la sociedad?¿es capaz de perdonar? ¿qué es esto del perdón? ¿a qué estamos jugando?. Otro ejemplo, la reinserción, existe claro, ¿cómo se comprueba? ¿qué nos apoyamos, en la ley o en el mundo emocional de la reinserción? ¿hay un aparato que pueda saber si esa reinserción es cierta, si ese arrepentimiento es verdadero? ¿cómo juzgamos eso? ¿quién lo decide, una carcelera reprimida que en el fondo se siente atraída sexualmente por ella y está todo contaminado por esa tensión sexual? ¿somos objetivos para poder decidir si esa persona realmente está arrepentida para juzgar unos actos?. Es un duelo brutal, muy inteligente, dos mujeres inteligentes, con humor e ironía porque siempre que hay inteligencia hay ironía.

El Club Express: ¿Por qué decidiste ver esta obra en Nueva York?

Magüi: Hay actores y directores que nunca quieren ver nada porque influye. Yo soy al contrario, lo quiero ver todo, por si ojalá me influye en lo positivo. Yo no le tengo miedo a eso, me parece que todo suma. Cuando me enteré que era Mamet el que la dirigía, pensé que su dirección aportaría cosas a su texto y esa fue mi curiosidad. Pero ¿qué paso?. Que fue una gran decepción. Mamet ha sido mucho más valiente en su texto escrito que en su dirección.

P: Magüi, tengo que felicitarte por la dirección de En el estanque dorado que tuve ocasión de ver el pasado mes en el Teatro Cervantes. Vaya trabajo más cuidado y talentoso y que pareja teatral tan enternecedora, divertida y emocional.

Magüi: También ha sido un viaje de muchos ensayos. Son dos grandes (Lola Herrera y Héctor Alterio) de los que yo he aprendido muchísimo pero no se llega ahí fácilmente. Estoy muy contenta y me siento muy afortunada de haber podido trabajar con Lola y con Héctor.

Sin lugar a dudas, cometo el delito que sea para meterme en la cárcel del Teatro Echegaray para poder ver, a través de la mampara de cristal, el interrogatorio tan fascinante que seguro van a mantener estas dos grandes actrices. Ha sido un regalo también conocer su viaje hasta aquí, ahora toca sentarme y disfrutarlo.

LA ANARQUISTA

De David Mamet
Versión, dramaturgia y dirección José Pascual
Con Magüi Mira y Ana Wagener

> duración 1.20 h. (s/i)

21 Martes
21.00 h.

22 Miércoles
21.00 h.

23 Jueves
21.00 h.

Precios

Precio único 15 €

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