miércoles, febrero 27, 2008

Una locura que se agradece

Tras simplemente ver un trailer que me llamó la atención, tenía mucho miedo de lo que iba a esperar de esta película. Que si, que está John Cusack y para mi, son puntos a favor pero el hecho de tratar el tema de un niño extraño al que todo el mundo mira y que desarrolla un mundo paralelo que nadie cree, pues no me resultaba novedoso y de ahí mi miedo a que me aburriera.

Todo lo contrario. Después de Sweeney Todd, pensaba que ya había visto mi película del año y ahora tengo la dubitativa entre estas dos.

Nada más comenzar me ha enamorado la forma en que el personaje de John Cusack, se conocen, como van desarrollando su relación y como no pueden separarse porque se necesitan.

Es una película tierna, llena de matices con las miradas, los gestos y sobretodo dominada por la locura. Esa sensación tan bien deseada por lo que hemos sido raritos en esta sociedad, y que es tan envidiada por la gente cruel que te hacía la vida imposible en el colegio y en el instituto y que en el fondo, deseaban poseer esa locura.

No soy objetiva en cuanto al trabajo de John Cusack porque el en sí, me enamora, pero me gustaría si os planteais ver esta peli, miradle sus ojos en cada una de las escenas, disolver cada una de las palabras que le dedica al niño, a su hijo y sobretodo la forma en que le habla.

Me ha parecido muy original que mezclen en la historia a un niño que usa una historia fantástica para protegerse del dolor que ha tenido durante su vida y que le salve un viudo, escritor de historias fantásticas, que intenta hacerle entrar en razón sin conseguirlo del todo, porque el también es un creador de historias.

Un mundo fantástico en el que he llorado, por lo menos dos veces, porque me he sentido identificada con cosas de mi vida real, eso para mi es hermoso, verme reflejada en algo que me encanta como es el cine. He disfrutado y me he reido con el señor Cusack y con la relación entre el y el niño. Y he visto una gran historia que la ha convertido en mi segunda película del año, ¿qué mas puedo pedir?

Leer critica de El niño de marte en Muchocine.net

El que fué a Sevilla, perdió su silla

Hoy me he sentido a lo Julia Roberts en Pretty Woman, ya que mi madre ha tenido la amabilidad y la bondad de regalarme un vestuario completísimo para que mi gran día de mañana, en la que mi futuro está en juego, tenga éxito y me sienta además de segura de mi misma, muy guapa y que entre con todas mi buena energía y con mucha fuerza. Pero lo que más me ha regalado son unas horas extraordinarias, de risas, confidencias y mucho ánimo para que mañana pueda triunfar y por unas horas, olvidarme de esa presión, que también me acompaña, para que todo salga bien y no falle en el intento.

Puede parecer superficial que se consiga un trabajo por la ropa, pero el objetivo es simplemente que me sintiera más segura de mi misma y que ellos vean reflejado eso en mis ojos y en mi trabajo y no, a primera vista, en mi ropa. Hemos logrado combinar esas prendas en plan profesional, con algo de mi estilo y la verdad es que esa meta, se ha logrado con creces y hemos disfrutado de lo lindo.

La anécdota de la jornada ha llegado cuando al sentarnos en una cafetería, una chica brasileña, parecía, se levanta de su mesa dejando su bocadillo para ir a la barra a coger algo de ketchup y una señora, sin ningun tipo de vergüenza y muy decidida, se ha sentado en el sitio de esta chica, percatándose que había un bocadillo encima, pero qué más da, este sitio me ha gustado y aposento mi culo aquí. Cuando la chica ha vuelto, la señora no ha hecho ningun gesto de pedir perdón y muy puesta ella, o porque a lo mejor no podía volver a levantar el culo, ahi se ha quedado bien sentada, mientras que la otra pobre chica con cara de perrito triste, se ha tenido que trasladar a otra silla, por supuesto, muy alejada de la señora secuestrasillas.

Mi madre y yo hemos visto toda la jugada desde la mejor posición y no podíamos creernoslo, era como una especie de necesidad de esa mujer de ponerse ahi y no bajarse de la burra, quedarse alli como pudiera. No se, luego he pensado que podría tratarse de una cámara oculta y hemos caído como dos tontas, asi que mamá, ya sabes, trágate todos esos programas,a ver si vamos a aparecer las dos riéndonos a mares y nos ve toda Andalucía menos nosotras.

Chistes apartes, la suerte está echada y si tras el sábado pisar una mierda, me llamaron para el trabajo, voy a buscar una mañana, aunque mejor que no, que no quiero ensuciar mis zápatos nuevos.

martes, febrero 26, 2008

Parece que Aaron Sorkin nació para escribir sobre política

Después de Leones por corderos, creí que el listón estaba bastante alto en cuanto a denuncia política que me impactara y que no me aburriera, pero no contaba con la gran maestría del guionista Aaron Sorkin para sorprenderme con esta gran historia de La Guerra de Charlie Wilson

Acierta en cuanto a la forma en que se narra la historia, que te presenta de una forma muy directa la personalidad del congresista Charlie Wilson y el reto al que se tiene que enfrentar y las voluntades que tienen cada uno de sus ayudantes en solucionar uno de los graves problemas de Oriente Medio. Aunque luego como el brillantemente dice: Luego la jodieron al final.

En una visión muy acertada de mi pareja, la moraleja final de esta película es la intención que tienen muchos gobiernos en que no se arreglen los problemas de terrorismo, ya que no tendrían ninguna medalla que colgarse, como narran en el caso de Lobo. En este caso, es igual y además se ve de una forma muy clara en el desenlace final. Lo que quiere decir que La guerra de Charlie Wilson no se anda con rodeos y critica lo que tiene que criticar sin medias tintas. Yo también estoy convencida que muchos de los problemas que tienen los países más importantes del mundo, no se solucionan porque no les interesa.

¿Y cómo consigue este efecto? Básicamente en unas muy buenas interpretaciones del trío protagonista, se complementan a la perfección y convencen cada uno en su distinto rol y también en una planificación muy adecuada, en el que podemos ver de verdad, sin corte ni elipsis innecesaria, lo que ocurre en cada una de las escenas, sobretodo en las que el congresista tenía que atender dos cosas a la vez y me encantaron también las secuencias en las que se muestra la verdadera barbarie de lo que ocurre en Pakistán, con ese gran plano general en el que se todos los heridos en las diminutas tiendas de campaña, mientras una madre llora desconsolada delante de una tumba.

La realidad pasa delante de nuestros ojos, con la veracidad de un documental, pero con la dosis perfecta en sus diálogos y en su forma de contar esa verdad. Una película que emociona, combinando a la perfección el drama y el humor, y que merecía tener un mayor reconocimiento y no pasar tan desapercibida.

Leer critica de La guerra de Charlie Wilson en Muchocine.net

lunes, febrero 25, 2008

Ya me he olvidado de los tambores

Hola a todos¡¡¡ Empezaré narrando mi fin de semana por lo último, ya que recien acabada esta obra que he podido ver en el teatro Alameda, Olvida los tambores, aún sigo muy confundida intentando entender qué me ha querido contar esta obra.

Precedida por una gran autora como es Ana Diosdado, nos cuenta la historia de una pareja de los años 70, muy liberales en cuanto a los conceptos tradicionales del matrimonio y las ganas de salvar al mundo de los peligros de la sociedad. En un principio, el mensaje me parecía que todos parecemos consecuentes con nuestras ideologías, pero que no sabemos llevarlas hasta los extremos y siempre hay algún fallo que corrompe nuestros ideales y que no nos hace ser fieles a nuestros pensamientos.

Pero después en un giro brutal, todos los personajes cambian de actitud y la tradicional pasa por querer ser diferente, el liberal quiere traicionar sus propios ideales para conseguir un beneficio, y todo esto se mezcla con unos diálogos morales muy complicados y con chistes fáciles, sin dejar de reposar lo que es la parte dramática y la parte cómica.

Y si a esto le añadimos que ninguno de los actores me ha ofrecido verdadera credibilidad de su personaje y todos estaban muy exagerados, con unas reacciones demasiado exacerbadas y que cambiaban de un rumbo a otro sin dar explicación, han conseguido que no me integrara por completo en la historia y que me olvidara de ellos y de sus tambores.

Y encima, ni el final ayuda.

Menos mal, que el sábado una luz me iluminó para ser lo más destacado de este fin de semana. Esa luz es mi madre. Me hizo una visita esperada, pero que al final resultó inesperada por todo lo feliz que me hizo sentir en unas horas y lo fácilmente que consiguió que me olvidara de mis problemas y disfrutara de lo que ella me estaba contando, de enseñarle mi casa, de que a veces me acariciara el pelo como me lo hacía de pequeña y que lo adorara y de que descubrieramos un sitio encantador para comer una deliciosa pizza de atún o una lasaña de verduras (y como no ese pastelazo de chocolate) y brindar con una exquisita cerveza italiana.

En un instante, se trasladaron las tornas y de ser yo la que le intentaba animar a ella, pasó a ser ella la que sin darme cuenta me regaló unas horas de su tiempo que se me hicieron muy cortas y en la que verdaderamente pude ser yo y contar las cosas que me gustan y reirme y olvidarme de los tambores y del mundanal ruido.

Envidio a mi madre por tener esa capacidad iluminadora. Es de esas personas que entra en un sitio donde no conoce a nadie y todo el mundo es incapaz de no mirarla, porque desprende buena energía y resulta hermosa tanto por su belleza externa, que resulta así de guapa por lo bella que es por dentro.

Lo que le agradezco y mucho, es que me haya contagiado y me haya dejado que herede esa locura transitoria, por la que todo el mundo se queda con la boca abierta y sorprendido, pero a la vez, por ser esa característica que nos hace inolvidables a los demás.

Gracias mamá.

p.d: Se me olvidaba uno de mis próximos objetivos es ser la madrina más guapa del mundo para mi ahijada Lucía. A ver si lo consigo. Y por cierto, otro de mis momentos inolvidables de mi fin de semana, es que conseguí dormirla en mis brazos y dos veces¡¡¡

jueves, febrero 21, 2008

Saltarín que te vi

Madre mía, los héroes de hoy en día ya no son lo que eran, ahora vienen con los topicazos del amor, la familia desunida que da lugar a sus poderes, el malo inquisidor que realiza sus actos movido por su fe más que por el razonamiento, el actor secundario graciosete, etc etc etc

Vamos que en lugar de poner como frase publicitaria, "Del director de El caso Bourne y Sr y Sra Smith", debería aparecer, "Película compuesta por todos esos detalles que a los niños chicos les atraen de los héroes y en la que sale en el que hacía de Anakin que ahora se dedica a dar saltitos".

Últimamente estoy incluyendo en demasía lo de filmes para el sábado por la tarde, pero es que es cierto, la cartelera no para de sacar películas que ya nos suenan de algo y que no merece la pena ir al cine, porque ni te sorprende aunque ofrezcan espectacularidad y para entretenerte un sabado por la tarde que ves todo lo que echan sentadita en el sofá, es ideal.

Es un paso atrás en lo que yo pensaba de Doug Liman como director, tras una maravilla de película de acción para ver en el cine como es El caso Bourne, pero quizás esa buena historia no la pudo estropear y supo sacar lo máximo de ese personaje, con muy buena interpretación de Matt Damon.

Con Hayden Christensen no se lo cree nadie, porque no convence y en ocasiones su personaje con tantos altibajos no logro sacar como es en realidad y cuales son las dudas que tiene como héroe con un gran poder. Otra cosa que es mi predilección como son los malos, y en este caso con uno de mis actores preferidos como es Samuel L.Jackson, no brillan y al dejarse llevar por un fanatismo que tampoco explican mucho y que puede ser para dar paso a esa secuela que ya han anunciado.

En definitiva, una mediocre peli de acción con todas las cosas que uno se espera siempre de este tipo de filmes (eso si, sin frases sentenciadores ni chistes del personaje secundario, que hasta he echado de menos estas cosas) y que ni ayuda a cambiar la imagen de Hayden Christensen, si eso era lo que pretendía, y que ni siquiera sirve para entretener con muchas escenas espeluznantes, porque de esas las he contado con los dedos de una mano y al menos, me hubiera divertido un rato.

A ver si le quitan los muelles al saltarín, que para saltos chulos veos los de los Juegos Olímpicos.

Leer critica de Jumper en Muchocine.net

Se acerca la alfombra roja y mis nuevas gafas

Hoy os voy a confesar que, por muy poco tradicionalista que soy en mi vida cotidiana, hay cosas que no las puedo dejar pasar y que, como no se ocurre otro sinómino que no sea tradición, pues las tengo que calificar así. Casi todas tienen que ver con el cine. No me pierdo la ceremonia de los Goya, por muy larga y pesada que sea, será porque tiene ese punto enigmático que siempre me sorprenden con los resultados finales, que no se parecen en nada a la quiniela que hago previamente.

Este domingo la gran alfombra roja se extenderá para dar comienzo a una ceremonia de los Oscar, que ha podido ser clausurada por la huelga de guionistas, pero que finalmente se celebrará. Y una de las tradiciones que hago es escuchar la gala por la radio, es un ejercicio que os recomiendo porque en ese momento, te das cuenta de esa magia que tiene la radio sobre la televisión,. Las descripciones son muchísimo más precisas, y te imaginas cada detalle del vestuario y de todo lo que acontece la gala y además se cuenta con mayor entusiasmo y llega mucho más a los que somos amantes del cine. Eso si, solo logré quedarme despierta la vez que gano Alejandro Amenábar el oscar a la mejor película extranjera por Mar Adentro, las demás veces no he conseguido mi objetivo y cuando me quería dar cuenta, sonaba mi despertador del día siguiente y mi frase: Mierda, me he dormido. Veremos si este domingo lo consigo.

Y mientras sigo esperando mi llamada, hoy he escogido mis gafas nuevas y como siempre me han atendido estupendamente en la óptica que voy desde hace mucho tiempo. Hay veces que te enamora un sitio donde te traten estupendamente y siempre busquen lo mejor para ti y de pocos lugares se puede decir eso. Yo de mis óptica si. Me han hecho pasar un rato super agradable del que me he olvidado por completo de las cosas malas del día. Y encima, he elegido unas gafas preciosas, de pasta por la parte encima y que se ve el cristal por la parte de abajo, rosa oscuro conn un poco de metal en la patilla. Puestas me quedaban mejor que al natural y al ver la cara de mi nene, ya me he decidido sin duda a por ellas, porque miradas como esa, quiero que me eche siempre.

Vosotros no lo creereis, pero en la mayoría de las ocasiones, los que tenemos gafas hacemos las mejores miradas del mundo, porque valoramos mejor que nadie nuestros ojos, pensad en como os miran la gente que os rodea que tiene gafas y vereis como me dais la razón.

Por cierto, en estos momentos complicados en los que una llamada desespera mi existencia, no solo me han ayudado mis buenos amigos de la óptica, sino que tengo el apoyo esencial de las dos mujeres más importantes de mi vida: Mi madre y mi amiga-hermana Paula, una el lunes me hizo reir todo el rato que estuve con ella y me dio la firmeza que mi padre y ella me hubieran dado conjuntamente y la otra es mi voz de la conciencia que cuando pienso cosas raras, me pone los pies en el suelo.

Asi que para las dos, un gracias enorme y que en cuanto me llamen, estais invitadas a unas tapitas buenas y a una sesión de compras.

martes, febrero 19, 2008

Una originalidad esperada

Un thriller musical. La primera vez que lo escuché, ya me picaba la curiosidad de saber como enfocaría Tim Burton ese género en una película con sus características. Es lo bueno de este genial director, cada vez más se atreve con nuevos retos y siempre sorprende.

Ya, desde el comienzo, sorprenden unos créditos que adelantan las sorpresas que vamos a ver durante toda la película. El color negro y el rojo serán los protagonistas de esta gran historia, en la que te metes de lleno desde el primer minuto, gracias al gran ritmo en el que se van desarrollando los acontecimientos.

Si, para algunos, los musicales no le entusiasman demasiado y huye de ellos, aquí no podrá hacer eso, porque no se entendería la filosofía de la historia sin esos enfrentamientos musicales entre los distintos personajes. Otro gran acierto: los personajes y los actores que los interpretan. Empezando por un GLORIOSO Johnny Depp, que sigue haciendo sus mejores e increibles interpretaciones de mano de la factoría Burton y que no puedes evitar, hasta sentirse celosa de su navaja por como la mira. Sus ojos te transmiten todas las emociones, hasta las más sangrientas sin pudor. Luego, una genial alocada, Helena Bonhman Carter, le sirve de paternaire perfecta para conjugar un duo asesino maquiavélico, que mezcla la dulzura de sus empanadas y lo que siente hacia Todd, con la locura entusiasmada de ayudar al barbero en su cometido. Y como no, un Alan Rickman, que simplemente con su presencia, llena toda la pantalla y ofrece un antagonista digno de esta fantástica trama.

No me quiero olvidar tampoco de lo bien cuidado que están los escenarios, la fotografía y todo ese universo que encierra la vengzan de Sweeney Todd, que únicamente bajo la batuta del señor Burton podría ser posible.

Es una lástima que en los Oscar, no se premie con la calidad que se merece a estos atrevimientos en el mundo del cine, muy esperador por espectadores como yo, que buscan que sus directores favoritos o no, les sorprendan y el señor Burton ha logrado una obra maestra con creces. Pero que le vamos a hacer, las comedias y los filmes de Tim Burton, no es que sean muy agrado de la Academia. Tendremos que darles las gracias por haber nominado a Johnny Depp, aunque sepamos que no se lo va a llevar y muy injusto que será.

Esta, a no ser que la cosa cambie que no creo, se ha convertido en mi película del año.

Leer critica de Sweeney Todd en Muchocine.net

domingo, febrero 17, 2008

No apto para leerlo en días tristes, pero imprescindible leerlo

Este es un libro que te abre los sentimientos y te hace ver, aún más de lo que ya conocíamos, la realidad de lo crueles que son las guerras.

En este caso, el sufrimiento es aún mayor porque lo ves todo el tiempo en los ojos de un niño. Un niño inocente, que como todos nosotros a esa edad, le pone descripciones de fantasía a todo lo que le ocurre, y no encuentra explicación al sufrimiento que ve a su alrededor. Y lo peor, es que tu exactamente sabes lo que va a ocurrir y no puedes hacer nada por saltar del libro a la realidad y advertirle donde está y que es lo que debería hacer.

El autor juega muy bien contando la historia en la primera persona de un niño, porque ellos son los que quitan la hipocresía de las cosas que suceden en el mundo y le otorgan a los sucesos, las palabras apropiadas de lo que son, sin dar ningun rodeo.

Leer un relato de estas características te hace entender aún más, porqué no sirven para nada los conflictos bélicos y cada vez que pasan los años, parece que no queremos entender esa verdad y que los intereses económicos están por encima de la dignidad de las personas.

Me ha encantado leer este libro, aunque me haya dolido su contexto, pero resulta imprescindible para bajarnos de la nube de nuestro entorno en el que no pasa nada y ponernos en la piel, de los que de verdad sufren en este mundo.

sábado, febrero 16, 2008

Cuestiones filosóficas en torno al pollo

Otro de esos artículos interesantes de Juan José Millás. Disfrutadlo y pensad en ello, porque seguro que no habeis reparado en que eso sucede en nuestro cuerpo.

Debajo de la superficie de las cosas está ocurriendo siempre algo insospechado o que no guarda relación alguna con lo que sucede arriba. El otro día, mientras por fuera daba el pésame a un amigo que acababa de perder a su esposa, por dentro estaba haciendo la digestión de una comida algo pesada.

Por lo general, no soy consciente de mis procesos digestivos, los hago sin querer, como todos. Pero justo en el momento de abrazar a mi amigo para expresarle cuánto sentía aquella pérdida, tuve una visión de mi estómago, donde los jugos gástricos se empleaban a fondo para triturar un bolo alimenticio más duro de roer de lo normal. Tal vez, pensé, también el cuerpo de mi amigo viudo se encontraba por dentro en plena digestión, mientras que por fuera lloraba la muerte de Lucía, que así se llamaba la difunta.


Lo que ocurre fuera casi siempre es distinto de lo que sucede dentro. A lo mejor te levantas de la cama eufórico, dispuesto a brillar ese día donde quiera que vayas. Y quizá brilles, pero mientras asombras con tu ingenio a los compañeros de la oficina, un virus está trabajándote el hígado. Te encuentras feliz, porque todo está en orden, sin saber que al día siguiente te tendrás que quedar en la cama. Muchas enfermedades no dan síntomas, por lo que no hay forma de detectarlas hasta que se declaran. Nos asombraríamos si comparáramos lo que habitualmente sucede dentro de nuestro cuerpo con lo que sucede fuera de él.

Los médicos llaman a la hipertensión el "asesino silencioso" porque no anuncia su llegada. Si al despertarnos supiéramos que ese día, a las doce, íbamos a tener un infarto, nos comportaríamos de otro modo.
Y hablamos de la tensión por no hablar de las enfermedades morales. Con frecuencia, queremos alcanzar cosas que nos dañan. Naturalmente, no sabemos que nos dañan. Por el contrario, estamos convencidos de que su conquista nos hará felices o nos completará. Pues ni una cosa ni la otra, porque tampoco hemos logrado aprender a desear lo que nos conviene. Parece mentira, pero es así.

Siempre, por debajo, ocurren cosas que nada tienen que ver con lo que se manifiesta por arriba. Si nos asomáramos a un viñedo en esta época del año, nos sorprendería comprobar que las cepas parecen brazos muertos y semienterrados en una tierra baldía, seca, dura. A veces, flota sobre ellas, a modo de sudario, una fina capa de niebla que acentúa esa apariencia mortuoria.Por debajo de la tierra, sin embargo, hay una actividad incesante que enseguida se manifestará en los primeros brotes.

Leo en el periódico que las medusas se preparan ahora para el verano. Nadie, observando el mar, imaginaría el dinamismo existente bajo su superficie. Este verano, cuando vayamos a la playa, las medusas se manifestarán en todo su esplendor porque una de las características de lo que sucede dentro es que tarde o temprano sale fuera. Hace unos meses, mientras las Bolsas de todo el mundo, pletóricas de euforia, arrojaban beneficios a los especuladores como los Reyes Magos arrojan caramelos a los niños, por debajo del parqué maduraban sin prisas las hipotecas basura, los préstamos imposibles, los impagados feroces, que ya han emergido con todas sus secuelas. De lo que no tenemos ni idea es de lo que en estos momentos se mueve por debajo de la crisis. Las medusas se preparan durante el invierno.

Es lógico que el ser humano intente superar esta ignorancia. Si quienes bailaban alegremente el charlestón o el vals en los felices veinte hubieran tenido una idea de lo que se cocía debajo de los salones de baile, tal vez la historia del siglo XX europeo hubiera sido menos cruel. Pero lo cierto es que no tenían ni idea. En las salas de los museos hay unos aparatos que miden el temblor del subsuelo, por si los terremotos. Pero hay terremotos (físicos o sentimentales, igual da) que no avisan, que no dan síntomas, que abren la puerta sin llamar.

En un hospital de EE UU han logrado crear, gracias a los avances de la genética, un pez transparente, al que puedes observar al mismo tiempo por dentro que por fuera. Se espera de este modo seguir en directo el crecimiento de un tumor. Ignoramos si la técnica sería aplicable a los seres humanos o si compensaría verse la próstata cada día para coger a tiempo sus enfermedades. Pero por muy transparentes que fuéramos, siempre quedarían en nosotros zonas oscuras. La ciencia ha logrado ver lo que ocurre minuto a minuto en el interior de un huevo fecundado. ¿Nos hace eso ser más sabios respecto a la naturaleza íntima del pollo? Es evidente que no. No tenemos ni idea de dónde viene el pollo, ni a dónde va cuando nos lo comemos. No sabemos nada de nada. Buenos días.

viernes, febrero 15, 2008

No se le podía pedir mucho más

Viendo esta película te podían pasar tres cosas: que te decepcionara, que te sorprendiera o la más clara y evidente, que te la esperaras tal y como es.

Y así ha sido, no sorprende ni decepciona, sino que mantiene ese nivel de las anteriores, en la que divertimento adaptado a cosas de la actualidad, unido a alguna interpretación memorable y destacable, como ese Alain Delon a lo César, que le viene como anillo al dedo, consiguen que se pase una tarde entretenida, sin buscarle más pretensiones.

Si hay algo que diferencia a esta película con adaptaciones recientes como la de Mortadelo, es que no recurre a la caída tonta o al chiste zafio, sino que con originalidad y unos personajes pintorescos, logran que en bastantes momentos de la película te salga más de una sonrisa.

No será la gran película del año, pero cumple el propósito de su realización que es entretener, y hacer pasar un buen rato a pequeños y mayores.

Leer critica de Astérix en los Juegos Olímpicos en Muchocine.net

Valentín caótico

En una fecha tan señalada como la de hoy, la recordaré durante mucho tiempo por todas las vivencias que me han ocurrido en este día, al que no he encontrado una defición más apropiada que caótico

A la mañana, mi valentín y yo nos hemos ido al ayuntamiento de nuestro pueblo para inscribirnos como pareja de hecho, algo que llevamos pensando hacer desde hace tiempo y que resuelve a la perfección, el dilema de las personas que no nos queremos casar pero si que queremos ser reconocidas como pareja ante la ley. Lo primero que nos ha ocurrido es la incompetencia de algunos funcionarios que me ponen de los nervios, por tener siempre que llamar a veinte mil sitios para responderme a una cosa, cuya solución era: váyase enfrente de la calle que allí está el juzgado

Allí abrían media hora después de que nosotros llegaramos, asi que decidimos buscar un mejor sitio para aparcar, con lo que agotamos esa media hora porque en benalmádena es un milagro encontrar un sitio libre y el que hay, a pagar al gorrilla.

Total, que ya teniendo los papeles que hacían falta, nos toca una sosa, que pedía a gritos un café para despertarse, para inscribirnos como pareja de hecho y gracias a su lentitud notable, nos hemos percatado que también se intenta hacer negocio con las parejas de hecho. Fíjaros:

Lectura y celebración de parejas de hecho en la sala de juntas del Ayuntamiento: 45 euros
Lectura y celebración de parejas de hecho en el castillo Bil-Bil (una cosa que parece un castillo al lado del paseo marítimo y que solo merece la pena por los azulejos): 180 euros
Leermelo como me lo ha leído la sosa: No tiene precio y además es verdad, porque ha salido gratis

La aventura ha continuado por la tarde, cuando he ido al centro de alta resolución a mi cita con el otorrino para que me examine la garganta. El centro este tan informatizado, resulta que para cualquier cosa, tienes que hablar con la persona del mostrador, luego pasar una tarjeta en una máquina que no funciona, para que al final te saque un ticket la persona del mostrador. Al llegar a la consulta, no basta con esperar tu número de ticket que ya tienes, sino que otra vez tienes que pasar por un mostrador, no entiendo pa que, pero hay que hacerlo. Asi que la informatica allí, no vale un pimiento.

El otorrino nada más empezar, me ha dicho que tengo el tabique izquierdo desviado y que si quiero, me operan la semana que viene. Yo, perplejada por todos los acontecimientos, le he puesto una cara de pánico y le he suplicado si me podía evitar ese sufrimiento, a lo que me dice: Si respiras bien por el otro lado, no pasa nada, no tienes porque operarte. Asi que, para que pasarlo mal, me quedo como estoy.

Pero ahí no queda la cosa. El fatídico momento llega con la nasofibroscopia, palabreja que no suena nada bien, y es normal porque consiste en meterme un tubo por la nariz para examinar tus cuerdas vocales. Que dolor. No podeis imaginar lo mal que lo he pasado y no me he resentido al demostrarlo, he gritado como una niña chica, pero lo que me dolía no era ni normal.

Asi que, como se ve que tengo un principio de nódulo, pero nada grave, me ha mandado a un logopeda para que haga esos bonitos ejercicios con los que le doy tanto susto a mi valentín, porque en cuanto menos se lo espera estoy gritando vocales o afinando la voz.

Las cosas buenas se hacen esperar y todo este relato tan agitado ha tenido un buen colofón final con una bonita cena de San Valentín en uno de nuestros sitios favoritos y ese ha sido nuestro regalo.

Espero que vosotros, de una u otra forma, lo hayais disfrutado y sino, pensad que simplemente es un día más, que os ha salido mal como cualquier otro.

jueves, febrero 14, 2008

La mesa alargada

Hoy me he sentido como una de esas pobres almas que aparecen los casting de esos programas televisivos que están ahora tan de moda, con un jurado enfrente que decide a mano alzada el futuro de muchas de esas personas, que quieren triunfar en diferentes disciplinas.

He llegado como siempre con mi puntualidad firme, cinco minutos antes, y me han trasladado a una sala con una mesa alargada en la que estratégicamente se han colocado los encorbatados, altos directivos, que se disponían a hacer mi entrevista.

Durante el transcurso de esa conversación, no he parado de recordar las palabras que me dejo en un correo electrónico, una de mis almas radiofónicas, Ivan Díez, Se tú misma, y así lo hice. Expliqué con vehemencia mi trayectoria profesional y expuse las razones por las que yo valgo para ese puesto que tanto ansio.

Me ha parecido curioso que cada uno de estos entrevistados se preocupaba por una parte de mi personalidad, uno iba más a mi trayectoria, otro a advertirme de los riesgos del trabajo y el que más me preocupaba era uno que ha intentado pillarme con preguntas trampas, a las que como he contestado con toda sinceridad, he conseguido solventar esas dificultades y responder con claridad a los peligros que me sometía.

Me ha sorprendido también que me preguntara si tenía hijos, algo que ni se pasa ahora mismo por mi cabeza porque ya llegaran en su momento, cuando disponga de una estabilidad económica que me permita tenerlos, y además haya disfrutado de mi aún todavía juventud, pero que le den importancia a ese tema, simplemente por saber si tendré disponibilidad completa para ellos, me ha chocado para mal, aunque en este caso no me perjudique.

Asi que nuevamente mi vida dependerá de una llamada y mis uñas están ahora mismo sufriendo por el dolor que les voy a hacer, hasta que ese tono telefónico se produzca.

Yo me quedo satisfecha con lo que he dicho y demostrado y ya veremos que pasa.

martes, febrero 12, 2008

No es un país para mí


Me encanta cuando conocidos míos me dicen que el mejor cine es el de personajes y que por ello, esta película es magnífica. Pues bien, quizás tengan razón pero yo sólo me quedé con un personaje que merece la pena: Javier Bardem


Ese asesino sin escrúpulos que daba auténtico miedo con sólo mirar su sombra y que era lo único sorprendente y que te mantiene en tensión durante toda la película. Es más, es lo único que destaco interesante de la película, porque él consiguió que no me durmiera en buena parte de la historia, y que simplemente temblara nada más verle sus ojos de psicópata. Considero que es una de las mejores interpretaciones de su vida, no solo por haber dado en el clavo a la hora de darle una personalidad a este siniestro hombre, sino además porque es un cambio de registro en su carrera que le ha sentado de maravilla y que da gusto que lo haya hecho. Le he colocado, con mucha razón, en los primeros puesto de mi lista de malos maravillosos.


Por lo demás, una moraleja que no entiendo, que no logró que me interesara por ella. Un argumento débil de un hombre que casualmente encuentra un dinero y tiene a alguien que le persigue. Y sobretodo, unas escenas larguísimas llenas de poco contenido y que, en ocasiones sobraban y omitía detalles que merecía la pena ver.


Quizás el problema esté en que no soy una admiradora del cine de los Coen ni de su universo a la hora de contar historias. Mi esfuerzo hice pero no lograron que me interesara en absoluto por lo que tenía en pantalla y si porque se acabara cuanto antes.


Por sacar algo positivo, espero de corazón que nuestro Bardem se lleve ese merecidísimo Oscar, no sólo porque de verdad ha conseguido dar un salto enorme en su carrera, sino porque ya es hora que personajes malvados que dan la auténtica vida a las películas, se lleven su reconocimiento.


Leer critica de No es país para viejos en Muchocine.net

lunes, febrero 11, 2008

Una interpretación del amor

Este fin de semana he estado dandole vueltas a una cosa insólita que me ocurrió y que me confirmó que cada persona es un mundo y no se le pueden dar a la ligera consejos a los demás, porque cada uno interpreta su mundo y las cosas que le suceden de una manera diferente.

Vereis, la situación era de risa porque yo utilizo una tarjeta para entrar en el tren y debido a ello, en muchas estaciones tengo que estar buscando al guarda de seguridad de la estación porque en la mayoría de las ocasiones el tarjetero no funciona y no puedo acceder al andén.

Total, que en una de esas situaciones me ví corriendo como una loca hacia una puerta que se me cerraba y por la cual era la única forma de entrar a la vía, y justo delante tenía a un guarda de seguridad que iba a trabajar a málaga centro, que se cachondeó de mi carrera y esa risa se convirtió en una complicidad espontánea, de la que no salimos hasta que me tuve que bajar en mi parada.

Sucedió que de un tema banal, pasamos a un asunto que para él era muy importante y que yo noté que necesitaba soltarlo a alguien como sea, y me encontró a mí. No sé, como le noté que necesitaba hablar de ella, pero lo sentí.

Y como si nos conociéramos de toda la vida, me contó los problemas que estaba teniendo con una chica extranjera a la que amaba y que le había dejado con una simple nota, en la que solo expresaba que le dejaba porque no le merecía y al intentar él pedirle una explicación mejor, ella sólo argumentaba que le estaba metiendo presión y que no quería seguir más con el tema.

El hombre me miraba con ojos de enamorado que se le salían de las pupilas, pero tenía muy en cuenta la opinión de sus amigos más allegados que le repetían y le reiteraban que no la llamara porque estaba jugando con sus sentimientos.

En un primer momento, yo pensé lo mismo y no dejaba de aconsejarle, tal vez por experiencia propia, que quizás ella fuera una persona con baja autoestima, con unos altibajos tremendos que no tiene claro lo que quiere y que hasta que ella vea que no tiene ese problema, él no va a poder hacer nada por solucionarlo.

Hasta que llegó el tren ninguno de los dos nos preguntamos por nuestro nombre, pero al subir él sintió la necesidad de preguntarmelo. Mal hecho, porque me gustaba esa intriga de habernos conocido de personalidad y no dejarnos llevar por nuestros nombres. Era como si hubiera descubierto mi verdadera identidad y ya lo fastidió todo.

Después me dijo: Y tu, como buena psicóloga. A lo que contesté: Pero si sólo soy una humilde locutora de radio. Y me dí cuenta que ahí la cagué yo. Ya le había terminado de revelar otra cosa. La magia poco a poco se fue perdiendo.

Durante todo el trayecto, intentó que le diera la razón para que llamara a la chica en cuestión y le dijera que la quería y la echara de menos,a lo que yo le contradecía y medio le suplicaba, que se hiciera un poco más de rogar y que simplemente le llamara como amigo para que ella supiera que esta ahi, cuando le necesite, pero que ya el paso lo tenía que dar ella.

Después de un último saludo y un gracias, me bajé y tengo la sensación que no le voy a ver más pero que por un momento, formé parte de su vida y sus vivencias, y me sentó bien que confiara en mí en algo tan importante para una persona como es el amor.

Se perfectamente que la llamó y que con solo oir su voz, que me confesó que era lo único que quería en esos momentos, le soltó todo lo que quería soltar y ella le rechazaría nuevamente y le diría que no la siguiera presionando.

En estas cosas, tenía razón el gran actor y cómico Paco Mir, cuando dijo En cuestiones del amor, las experiencias de los demás no sirven de nada

viernes, febrero 08, 2008

Ahora o nunca y nunca mejor dicho

Esta semana ha sido una completa sorpresa de directores. Si ya os comenté que Juno había sido la confirmación definitiva de lo buen director que es Ivan Reitman, hoy no ha sido una confirmación sino una certeza verdadera de que Rob Reiner es un gran contador de historias que reflejan humor y emoción, al mismo tiempo.

Utilizando dos tópicos que se están poniendo últimamente de moda como son el hacer una lista (vease Me llamo Earl) y el escribir las cosas que te gustaría hacer antes de morir. Reiner construye una gran historia de base, que aunque simplemente salga adelante por el talentazo de estos auténticos magos de la interpretación como son Morgan Freeman y Jack Nicholson. ¿Qué más da que sólo merezca la pena por su actuación?. Lo cierto es que esta película deja muy buen sabor de boca, aunque hable de tragedia y de muerte.

Y además tiene una historia de la que parte muy bien planteada, porque son dos personas, autenticos ying y yang, que en el momento más complicado de sus vidas, se complementan a la perfección y logran ayudarse en lo que cada uno necesita.

Si os fijais a vuestro alrededor, las personas en la que más confiais y a quien considerais vuestros mejores amigos, seguramente serán personas que tienen una personalidad totalmente distinta y contrapuesta a la vuestra. Por eso, Ahora o nunca, es una película tan completa, el personaje de Freeman es más emotivo y llega más al corazón, utilizando a veces su buen sarcasmo, mientrás que el personaje de Nicholson, es más directo y llega más por sus diálogos y frases contundentes.

Yo he reído y llorado al mismo tiempo y he disfrutado del buen hacer de estos dos actores, gracias a su versatilidad y que aunque sea una historia, que a la mayoría como a mí, nos toca de cerca, en cierta manera ayuda a afrontar que no somos los únicos que pasamos por esa mala experiencia y a reirnos un poco de la vida, que es el mejor regalo que nos podemos llevar.

Por cierto, de ese gran proyecto radiofónico me han llamado esta mañana y el miércoles por la tarde, sabré si por ahi está mi gran futuro, asi que me toca concienciarme y pensar que tengo que aprovechar ese momento, AHORA O NUNCA


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martes, febrero 05, 2008

Un surrealismo muy real


Jason Reitman entrará dentro de mi lista de directores favoritos por su facilidad de hacer que cosas surrealistas puedan parecer de lo más real.


Eso es Juno, la historia de una adolescente muy particular, que para ser tan joven tiene muy claro como enfocar su vida, cuando ésta le da un vuelco tremendo al quedarse embarazada. Su personalidad y esa decisión son muy poco creíbles, así como el entorno que la rodea, pero Reitman consigue con unos diálogos divertidisimos y unas situaciones muy extremas pero que llevadas con una genialidad increible, te crees que esos problemas y esas personas pueden existir realmente en nuestra vida cotidiana.


Juno también es una bocanada de aire fresco hacia un cine que entretetiene y emociona a la vez, sin recurrir a los mismos tópicos. Si a esto le añadimos, las magníficas interpretaciones tanto de Ellen Page, Allison Janey, J.K Simmons y Jennifer Garner, pues la historia resulta mucho más divertida y atrayente para el espectador.


Ivan Reitman se está caracterizando por caricaturizar hipocresías que manifestamos en la realidad, primero con la maravillosa Gracias por fumar y ahora con Juno, y además caracterizadas por personajes con una rotunda personalidad que se rodean de otros personajes que acompañan a la perfección para contar esas historias.


No creo que se lleve nada en los próximos Oscar porque no es una película independiente dramática, si la hubiera hecho de esa forma, quizás se lo llevaría pero no llegaría a una calidad Reitman, asi que prefiero que no se lo lleve, y nos sorprenda con filmes como éste.


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lunes, febrero 04, 2008

Monstruosidad de gala


En lo referente a la pasada gala de los Goya, remarcaré mis únicos dos aciertos: el de mejor actor y el de mejor actriz. No para seguir demostrando que en las quinielas soy un auténtico desastres y no doy ni una, que eso también es verdad. Sino que esos dos únicos aciertos, han sido los más especiales y los que más deseaba acertar de todo corazón.


El de Maribel Verdú, por dos razones: justicia y honestidad. Justicia porque esta gran actriz a la que debían haber premiado por anteriores papeles grandiosos en la historia del cine español que lograron que se fuera paliando poco a poco, ese calificativo de españoladas a las películas españolas y honestidad porque, seré muy ingenua, pero su sorpresa y las palabras tan bonitas que dedicó en su discurso, me parecieron de lo más sinceras y que incluso, se merecía otro Goya más, por esa actitud. Enhorabuena Maribel.


El otro acierto es el de Alberto San Juan, un actorazo al que tuve la oportunidad de conocer, pero que mi vergüenza y sus legañas de no haber dormido en todo el día, me impidieron acercarme a demostrarle lo mucho que me emociona con sus interpretaciones, sobretodo en esa obra maestra llamada Horas de luz y en la no menos grandiosa, Bajo las estrellas, con la que le han otorgado su Goya. Curiosamente, su discursó también me emocionó por emotivo y por polémico, al mencionar su deseo de que desaparezca la Conferencia Episcopal. Celebro esa actitud y corroboro ese deseo.


También como momento estelar de la gala, me pareció el nombramiento de las trece rosas por el ganador del Goya a la mejor fotografía, Jose Luis Alcaine, uno de los mejores homenajes que se pudieron llevar esas trece mujeres, su constante recuerdo en nuestra memoria.


Y enhorabuena al señor José Corbacho, por devolverme la sonrisa y las ganas de seguir visionando una gala que me apasiona desde pequeñita y que si sigue, dirigiendo él, si que no tengo ninguna duda que me mantendré al otro lado de la pantalla, para no perderme nada, ni las pausas.


Y ya cambiando de tema, sin salir del cine, este fin de semana, a pesar de la negativa de mucha gente para que lo hiciera, he visto Monstruoso


Esta es la típica película que genera mucha confusión a los espectadores, ya que entran en la sala con la idea de que se trata de una película de miedo. Y no es así.


El maestro Abrams ha querido tocar el tema de nuestros miedos e inseguridades, pero no tiene las pautas que conforman una película de terror. Sino que nos presenta una situación cotidiana que, de repente, se convierte en un caos, y no sabemos como reaccionar. Durante la historia, logra mantener una tensión constante de lo que está pasando y una angustia de como los protagonistas van a salir de esa situación.


Ya, desde el principio, sorprende la campaña de marketing de la película, porque nadie realmente sabía que era lo que iba a salir que asustaría tanto, y en un primer momento consiguen que te olvides de esa monstruosidad y te metas en la historia central que te van contando, una especie de macguffin, para luego sorprenderte con la verdadera historia, en cuanto menos te lo esperas.


Luego, es interesante que utilizara la cámara en mano en plan documental, para dar mayor sensación de realismo a esa histeria colectiva, pero llegaba algún momento, y me entenderán más que nadie, los que lleven gafas, que esa cámara en mano, duele a los ojos y muchas veces, no podía ni mirar o tenía que pestañear mucho rato, para seguir con la película.


En general, es una buena película para ver algo original en lo que se refiere a un planteamiento de película con efectos especiales y una historia angustiosa, sin destacar las interpretaciones porque lo que importa es el resultado final de todo este conglomerado, que sin lugar a dudas, para los que no pegan botes con los sustos, lo pasaran bien, pero para las sufridoras como yo, buscaros una buena pareja a la que agarraros o meteros muchas palomitas en la boca, para no chillar mucho.


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