domingo, marzo 23, 2014

Segunda Jornada del Festival de Cine de Málaga - "A escondidas"

Álex Angulo, Germán Alcarazu, Mikel Rueda y Adil KouKouh en la rueda de prensa

LOS PERSONAJES SE ENCUENTRAN PERDIDOS Y YO QUERÍA QUE EL ESPECTADOR SINTIERA LO MISMO

En esta segunda jornada de Festival, que parecía más la inaugural por la afluencia de público en la sala y en las coberturas, se presentaron el plato fuerte en forma de “Carmina y amén” frente a una hermana pequeña en forma de relación muy emotiva y dura como es el caso de “A escondidas” cuya verdad me ha llegado más que la brutalidad verbal de Carmina


Álex Angulo, German Alcarazu y Mikel Rueda durante la rueda de prensa

Germán Alzarazu, Mikel Rueda y Adil KouKouh intercambian opiniones durante la rueda de prensa

Sé que voy a contracorriente del mundo. Lo denoto en las conversaciones que voy teniendo a medida que se van acabando las películas y los murmullos que oigo a mis alrededores. No era mi jornada esperada de Carmina y amén, siendo el pelotazo de este sábado pero reconozco que no me identifico con sus comparaciones directas ni con ese humor, más dramático de esta segunda parte, que me esboza la sonrisa pero me deja muy fría y sin que ma aporte lo que necesito o lo que siente la mayoría de las personas que alucinaron ayer con la película.

Me quedo, como he resaltado, con la verdad de A escondidas. Una verdad que se ha reflejado en la rueda de prensa ante una observación de una periodista que ha expresado la necesidad de que esta historia sea vista por institutos como reflejo de las presiones de grupo que ejercen los jóvenes hacia los inmigrantes y hacia los homosexuales. Esa felicitación se ha transformado en lágrimas de emoción en el rostro de su director, Mikel Rueda y nos ha traspasado a todos, viviendo uno de los mejores momentos que voy a tener en este Festival. Y en esta jornada, he tenido otro más que les detallaré más adelante.


El gran momento del abrazo entre el director y los dos protagonistas. Captado por Ana Belén Robles

Agradeciendo la charla con el director y los protagonistas, Germán Alcarazu, Adil Koukouh y alguien a quién admiro desde siempre como es Álex Angulo en la terraza del Hotel Málaga Palacio, me cautiva su sinceridad, su honestidad y el hecho de que, no como el que copó todo el protagonismo sin dejar entrar a muchos medios en su rueda de prensa cuando predica que todo el público la pueda ver a través de todas las plataformas disponibles y por haber, sean totalmente accesibles y aunque lleven muchas entrevistas, me siento y son capaces de ofrecerme momentos inolvidables durante la entrevista.

En una película donde dos adolescentes que se encuentran en situaciones muy extremas donde se sienten solos, pero viven en mundos diferentes, empiezan a sentir que se necesitan pero no saben de qué manera y no paran de acercarse y hacerse bromas, se entraña una sutileza que se agradece en este tipo de película, donde cuando se habla de amor homosexual se tiene que mostrar demasiado contundente y morboso. Ante esto, me dice Mikel Rueda, “la historia no se planteó desde más allá del sexo, era previa a todo esto, es un momento en el que la emoción brota y no sabes porqué y te dejas llevar de alguna manera y quería que fuese eso porque la película habla de no poder ir más allá, habla de encontrar ese momento en el que estás a gusto, estás bien, pero ni siquiera estando en el lugar más recóndito y escondido y con esa persona a solas, hay algo dentro que te impide dar un paso más”.



Álex Angulo y Mikel Rueda
Mikel Rueda
Los propios actores tuvieron la libertad de poder dar alguna frase que no estuviera en el guión para que sonaran más naturales y eso les ha permitido ofrecer algo más identificativo y que el reflejo sea aún mayor con las situaciones que pasan en la vida real. Hicieron hasta ejercicios con su coach, Laura, en los que les tapaban los ojos y les ayudo con su cariño como bien me resaltan. Se generó un vinculo emocional necesario entre Laura, Mikel y los actores que ayudó a que pudieran entender la historia entre Ibrahim y Rafa, los protagonistas de “A escondidas”, que tras siete años de lucha para sacar el proyecto, lo pudieron hacer incluso capitalizando sus propios sueldos y que son aspectos que se pasan muy, por encima, sin ahondar de una manera tan precisa y que se ve en lo que les ocurre a cada uno de ellos en sus propios mundos y lo que se necesitan en cuanto se encuentran.

En cuanto a la documentación de hablar de temas tan delicados como la inmigración me contesta Mikel, “al final estás hablando de cosas que son reales y en estos siete años ha variado mucho la legislación, una semana antes del rodaje hablé con la persona que me ayudó en 2007 a escribir, para ver como había variado con los cambios de Gobierno pero el fondo de la historia es el mismo y sigue estando ahí, tuvimos que documentarnos también de cómo viven los chavales en los centros, es necesario porque si no al final esa verdad no está ahí”.



Germán Alcarazu

Adil Koukouh

Germán y Adil en la terraza del Hotel Málaga Palacio

Me dice Álex Angulo, “yo espero que no sean tan tontos como para que no sigan”, a mi pregunta de si estos adolescentes no responden a ese estereotipo de pasota y que no se involucran en las cosas y que veo en ellos un gran futuro, y me lo matiza “para que no sigan jugando en esto, jugando a este juego que es el de contar historias, muchas veces no tienen que ser ellos si no que están jugando a ser otras personas, juntado con la profesión que también tiene sus exigencias”

Y aquí se vive el momento cuando resalto la trayectoria de Álex Angulo como un actor brillante al que no se le han ido nunca los pies del suelo y que deben tomar ejemplo de esto, un momento que cualquiera sueña en la voz de alguien sabio, con experiencia y que te dice lo que tienes que oír para que no se te vaya la cabeza, esos consejos necesarios para no perderte en el camino y que cuando Álex se lo transmite a ellos mirándoles a los ojos, a mi me llena de emoción y me siento afortunada por ser testigo de esas palabras, “de repente, estás así abrumado por cosas como este Festival, y de repente no hay nada, y te pasas un año que lo que tienes que hacer es seguir estudiando y seguir jugando, seguir entrenando, cuantas más experiencias tengáis en la vida esa enriquecerá vuestros personajes”, añade “vuestro trabajo es el otro, el que no se ve, los ensayos, los miedos, no quedar bien, esa es vuestra experiencia, esto otro, es un rato, yo creo que os lo habéis pasado mejor trabajándolo que esto”. Le digo a Álex que él también se contagiará de esa ilusión y me dice un claro, ¿tú por qué te crees que estoy aquí haciendo estas películas?. “Eso es contagioso y ellos contagian, tienen más verdad que nadie”.

No le pregunto al director por quinielas en el Festival pero sí lo que se espera llevar de este Festival. Otra rotundidad. “Me gustaría que se viese, las películas se hacen para que se vean, todo lo que hace que la película se vea, críticas o premios, que ayude a cambiar maneras de pensar”. Lo más probable es que la fecha de estreno sea en otoño, así que si esta crítica sirve para que se vea, me doy por satisfecha porque merece la pena y ya hay demasiadas ayudas para que Carmina sea vista en todos sitios.



Álex Angulo en la terraza del Hotel Málaga Palacio

Álex Angulo en la terraza del Hotel Málaga Palacio (más mi chuleta que ni miré)

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