jueves, marzo 27, 2014

Quinta Jornada del Festival de Cine - "Dioses y Perros"

Equipo de "Dioses y Perros" en la rueda de prensa

COMBATE EMOCIONAL BIEN ASALTADO

David Marqués ha dado el salto a la dirección precisamente en el camino que me gusta. Contando historias como la de Pasca, un boxeador que sacrifica su sueño para ayudar a su familia y amigos y que, con el tiempo, encuentra su salvación en alguien que confía en él. Lección para soñadores y nueva reconciliación, después de Álex García en “Kamikaze”, para servidora en el caso de Hugo Silva.



Era la primera vez que David Marqués se enfrentaba a un drama y ha superado el reto de ese ring con mucho acierto. Se reescribió el guión y se convirtió en una historia de perdedores y de redención. En la oportunidad que tuvimos de entrevistarle nos remarca que “Kiko le pasó el guión de Jesús Martínez, autor de la historia, era un reto porque hasta ahora había hecho comedias absurdas de personajes surrealistas, quería hacer un giro y hacer un drama, me enfrentaba a una historia que era dramática y vi una buena base para llevar a esos personajes a mi mundo, hacer una historia reconocible como mía pero que fuera dramática”

Gran acierto entrar a saco en la historia sin florituras ni escenas superflúas. Empezamos conociendo a Pasca en su entorno y a medida que avanza la historia, el espectador tiene que ir intuyendo lo que pasa en ella. Es un ejercicio perfecto de sorpresas que cuando encajan en el puzzle se produce una satisfacción enorme, a pesar de que seguimos dentro de un drama. Son diálogos directos de personas que reconocemos enseguida a nuestro alrededor, un hermano que está en silla de ruedas y que espera eternamente a que la comunidad pueda pagar el ascensor que le permita bajar a la calle o el amigo que se encuentra, de repente, en una situación de desempleo y se encuentra en la desesperación absoluta que es incapaz de convivir de la misma manera con su familia y se refugia en el alcohol.


Y en ese cisma, Hugo Silva, que lleva un peso brutal en todas las escenas y que permite que todo el reparto luzca su personalidad a la vez que se destaca en un papel diferente, donde lo importante no es su timidez o su ingenuidad, es el padre de familia, aunque no tenga hijos, pero es el padre de todos los que le rodean y les cuida hasta el extremo de descuidarse él mismo. Aunque todo cambiará con la llegada del personaje de Megan Montaner, Adela, un papel delicioso que cuesta que no llegue a la exageración y, sin embargo, está envuelto en una naturalidad que no puedes evitar compadecerte y querer ser amiga de ella desde que la conoces. No me fijé tanto en su faceta de hablar muy rápido, que reitero que lo luce con una naturalidad que deberían tomar ejemplo muchas actrices que ponen el gesto muy marcado antes de que sucedan los hechos, si no en su dulzura, su mirada y que la ves perdida ante un hombre que se le desaparece cada dos por tres y que cuando vuelve, ella aunque enfadada no puede evitar perdonarle. 

El género favorito de David es el cine negro y aquí muestra un poquito de lo que va a poder enseñar en un futuro porque si bien es cierto que ya tenía seguidores de sus anteriores trabajos ahora, encuentran más su sello. “A pesar de ser un drama, los personajes lo pasan mal pero tampoco me ensaño con ellos, lo que quería es que tuviera un poco de optimismo y que haya una puerta abierta a que se pueda salir”, comenta David Marqués.

A Hugo Silva le llegó una mañana este personaje, leyó el guión y se enamoró de Pasca y vaya si se nota. Y como narró en la rueda de prensa de lo físico le llegó la parte intelectual que necesitaba el personaje. David Marqués, me profundiza un poco más, “en este caso Pasca hace varios sacrificios pero uno sobre todo es porque tiene un sentimiento de culpa que le mata, no es blanco del todo, no quería que Pasca fuera un angelito tampoco, tiene alguna que otra zona oscura en su manera de ser y lo quería también es que fuera un tipo que, a pesar de que físicamente es el más fuerte de todos los que hay ahí, psicológicamente no lo es, es el que tiene más taras, en cambio su hermano que está en una silla de ruedas, es mucho más vitalista y mucho más optimista que lo que puede ser él, y luego también su personaje pivota con su mejor amigo que es Fonsi que es un saco de problemas y luego la chica que acaba de conocer que es Adela que es la puerta a otro tipo de vida, una salida del pozo en el que está metido”


 Ya que hemos mencionado al hermano, hablamos también con el actor que lo interpreta, Elio González y con otro de los personajes importantes, Colombo, que lo encarna Enrique Arce, a quién sigo mucho en el teatro últimamente. “Tengo amistad con David desde hace tiempo, habla Elio, y me habló de un trabajo que tenía y él ya había visualizado que un personaje podía interpretarlo y le hubiera gustado, fue muy honesto y cuando llegó el momento me llamó y me dijo que creía que yo podía hacer de Toni y me gustó mucho porque son de esos personajes que son caramelitos, uno es el de Enrique y yo estoy muy contento con el que me ofreció David” Enrique afirma ”que está condenado a trabajar con esta gente, porque hice una película en el 2007 que es por lo que conozco al productor que tiene la productora valenciana Nadie es Perfecto, yo soy valenciano y necesitaban un actor valenciano e hice una película con él y a partir de ahí nos convertimos en hermanos, casi siempre en unos proyectos con más papel y en otros de manera más testimonial pero estoy siempre en lo que ellos hagan porque trabajas a gusto y les doy resultado, soy el actor fetiche que les da suerte, yo acepto la película sin haber leído el guión y sin saber que papel era”

Elio me sorprende cuando le pregunto por la preparación de su personaje que va en silla de ruedas. “Podría hacer un discurso demagógico en ese sentido, pero no, ha sido muy cómodo, porque he tenido muy pocas sesiones y no se me ha llegado a hacer agobiante por el tema de la inmovilidad, excepto los pasillos de la casa que eran muy estrechos, siempre, además, tenías a alguien del equipo que venía porque sabes que no te puedes estar levantando”. Interrumpe Enrique, con el que coincidió en “El corazón del guerrero”, la primera película de Daniel Monzón y la primera película de cada uno, que “cree que este papel le va a traer a Elio un antes y un después, para mí es de lo mejorcito de la peli”

Sigo con Enrique para que me hable de Colombo, “tiene la ventaja que siendo una colaboración especial, tienes una mayor capacidad para buscar los extremos, para jugar y arriesgar, yo hice una propuesta conjuntamente con el director y dijimos vamos a volvernos locos, tu personaje es el que más se puede salir de lo que sería la interpretación convencional pero además quisimos que sea así, que sea un contrapunto al resto de personajes que son más reales, que tu hagas una locura, me dijo David, al principio no veía muy bien por donde tirar y realmente cuando nos enfrentamos al primer día de ensayo, donde tenía una propuesta totalmente distinta, cuando, por fin, lo pillé de repente, volé y ya tuve la sensación de que había quedado muy bien, ni siquiera quise ver la toma y efectivamente, es un trabajo muy digno y estoy muy contento y es un caramelito que no pensaba que lo sería, pensaba que hacía un favor participando en la peli y que ellos me lo estaban haciendo a mí pero no había esa cosa de conseguir algo con este papel, disfrutar y tener la presencia que tiene, pensé que se quedaría en algo más testimonial y al final, es un personaje que tiene su peso dentro de la película”



Enrique Arce y Elio González

Finalmente, la importancia de la música es vital para “Dioses y Perros”, en la rueda de prensa David nos confesó que era seguidor de un grupo inglés, Tyla J.Pallas, y que le echó morro pidiéndoles un tema cuando iba escribiendo el guión, accedieron diciéndole que podía escoger las que quisiera y en lugar de pedir 9, se quedó con las 6 que forman la banda sonora muy adecuada para esta película y que se agradece para dividir momentos diferentes de la trama.

Por cierto, si al ver la película se dan cuenta de la gran caracterización que tiene el personaje de Enrique Arce, Colombo, es culpa de su hermana, maquilladora-jefe, que a lo mejor guardo mucho odio para dejarle tal y como está. Luchas de dioses y perros filiales, que fuera ya de broma, consiguen un buen resultado y estaré pendiente por el recorrido de David Marqués en este sentido dramático pero con unos toques de humor en sus diálogos que se agradecen en la duración del metraje y sobre todo, que disfrutemos con historias de personajes como Pasca, Adela, Toni o Fonsi, con nombres diferentes pero que sigan enfrentando en combates como este. Un gran trabajo que no sé si se verá recompensado en la batalla de biznagas por lo que aún resta y la buena calidad de alguna predecesora pero el beneplácito de los que hemos tenido la suerte de verla, ya lo tienen.



Megan Montaner


Elio y el productor, Kiko Martínez


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