viernes, septiembre 19, 2014

Entrevista "The Funamviolistas" - Teatro Cervantes

LA PROPIA MÚSICA ES EL TEXTO
  
The Funamviolistas. Ana Hernández, Mayte Olmedilla y Lila Horovitz. Foto de Ana Belén Robles
La violinista Ana Hernández, la viola Mayte Olmedilla y la contrabajista Lila Horovitz son las integrantes de “The Funamviolistas”, una propuesta divertida, original y que demuestra las diversas disciplinas que estas artistas han querido transmitir en el escenario. El comienzo de su gira otoño-invierno lo darán, hoy mismo, viernes 19 de septiembre en el Teatro Cervantes de Málaga inaugurando la temporada del mismo.
 
Lila durante su actuación en la rueda de prensa. Fotografía de Ana Belén Robles
Al empezar la rueda de prensa, se contempla la metamorfosis de estas tres músicos probando el sonido de los violines y el contrabajo y armonizando sus voces. La postura que determinan frente a cómo te transmiten ya en la rueda de prensa sus intenciones con este espectáculo con el mismo nombre que su grupo, “The funamviolistas” denotan esa transformación que quieren transmitir con esta obra de carácter positivo aunque refleje la realidad laboral que estamos sufriendo en la actualidad.

Mayte destaca que es un espectáculo muy completo con un gran abanico multidisciplinar. Posee una alta carga dramática pero además se complementa con un gran dominio instrumental, vocal, bebe igualmente de la danza, de ejercicios físicos del cuerpo y le aportan mucha gestualidad llevada a un límite muy grande en relación al instrumento. Continuamente, Lila habla del gran acompañamiento que ha tenido de público y crítica, no en vano han obtenido el premio Talent Madrid 2013 al Mejor Espectáculo Musical. Después de una exitosa gira centroamericana, viajan a Ciudad Rodrigo para participar en la XVI Feria de Teatro de Castilla y León, donde consiguen el Premio al Mejor Espectáculo de Sala. Y el 2014 les trajo el reconocimiento del prestigioso Premio Max como Mejor Espectáculo Revelación.

Hay que tener en cuenta que es un formato cercano al espectador donde entra en un cuento que integra todo el lenguaje de “The Funamviolistas” y que le hace sentirse identificado y representado. Es una temática universal con mensaje esperanzador. Son tres personajes que se encuentran solas en un momento difícil de sus vidas y sin embargo, a través de la amistad, el arte y la música se puede lograr un sueño común. Lema clave es el de perseguir los sueños porque, como ellas argumentan, es el momento para hacerlo, el de encarar las cosas con la creatividad y los valores humanos porque es con lo que uno se siente bien. Los espectadores, al final, olvidan que llevan un instrumento y empatizan con los personajes de forma que se termina entendiendo todo.

Finalmente Ana, explica esa identificación propia de ellas como artistas con sus personajes protagonistas porque también han conseguido su sueño que, al principio, cuando lo crearon solas ni siquiera se imaginaban. Además, anima al público a venir sobre todo para romper ese tabú del aburrimiento de los instrumentos de cuerdas y como no, para compartir su propio sueño. Profundizando en este tema, comentan que el público desde el principio se sorprende de todo lo que ve y que hay números que se ríen muchísimo o que tienen una poesía que les emociona. Realizan un equilibrio constante entre saber contar una historia y poder demostrar las disciplinas que dominan.



El resultado final surgió de un proceso complicado y muy duro, aclara Lila, porque no tenían nada escrito ni nada previo, se hizo todo a la vez. Se juntaron a ensayar con su director, Rafael Ruíz, y plantearon un esqueleto con la historia que se podía contar y luego le fueron metiendo la música de una manera que fue como un gran rompecabezas porque es muy variada y responde a cada necesidad escénica y dramatúrgica pero, a la vez, tuvo que tener números de diferentes estilos. También tuvieron en cuenta que eran sólo tres en escena, así que si una sale tenían que contar que ese instrumento no iba a sonar o si mientras tocan, tienen las manos libres o no. Y finalmente lograron encajar las piezas de ese rompecabezas.

Mayte agrega que el repertorio es muy variado y que la música adquiere una significación distinta. Pone el ejemplo de Vivaldi que ambientando un contexto determinado te puede sonar a otra cosa, es la construcción que hace el espectador. La música os va a poder sonar como banda sonora de una escena, la voz de cada personaje y otras simplemente es una ambientación, define, Ana.

Y hay que tener en cuenta que ellas como artistas son muy diferentes y el espectáculo ha sabido redirigir eso muy bien para que esas diferencias estén en su creación. Tiene toques de todo: soul, clásico o tango. Es un abanico musical muy amplio y eso es interesante porque está dirigido a todo el público.


Ana, Mayte y Lila durante la rueda de prensa. Fotografía de Ana Belén Robles

¿Y cuál es la máxima dificultad que os encontráis a la hora de realizar esta obra? Ana nos contesta que los espacios que, a veces, son diferentes y de repente pasas a un teatro con un montón de medios técnicos a una sala pequeñita donde tienes que adaptar todo y a ellas les afecta en su montaje. Ellas son las que hacen todo pero ya se han adaptado a cualquier circunstancia que les surge de estas características. Ya han actuado en todo tipo de espacios y han aprendido a aprovechar lo positivo del sitio y llevárselo a su terreno.

Este tipo de propuestas arriesgadas pero, al mismo tiempo, necesarias tienen que tener el apoyo del público y son garantía de salir con una sensación mejor con la que se entra a estos espectáculos. La música es el texto pero a la vez es de las disciplinas que mejor consiguen esa sensación y mucho más con la interpretación de estas chicas tan trabajadoras y que transmiten su sensibilidad y humor a través de sus cuerdas. No se pierdan la cita, hoy viernes, a las 21:00 en el Teatro Cervantes.


Ana y Lila durante su actuación donde interpretaron ‘Yumeji’s Theme’ y ‘Les triplettes de Belleville’. Fotografía de Ana Belén Robles

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