No hay duda de que el rotundo éxito de El Orfanato ha sido en gran medida, por la gran labor de publicidad de la película y que se ha sabido vender con mucha claridad ante un público reacio a ver películas españoles y porque no decirlo, a gastarse unos seis euros en ir al cine a ver una película.
Por lo tanto ese mérito debía mencionarlo, sin embargo, no me debería olvidar tampoco del gran acierto por parte del debutante J.A. Bayona de empezar con filmes de este género y con la calidad tan buena, con la que empieza su odisea cinematográfica. No solo porque está bien hecha la película, sino porque si el objetivo principal del cine es entretener al espectador con una buena historia, lo consigue con creces.
No obstante, cuando terminé de ver El orfanato, no me pude quitar la sombra de Amenábar y Los otros de la cabeza, no solo porque la temática es bien parecida, sino porque la manera de presentar los acontecimientos ante el espectador y algunos toques de suspense, me parecían muy similares.
Si esta película la hubieran presentado hace seis u siete años, me hubiera sorprendido gratamente de la capacidad del director para crear una historia de suspense con muy buenos puntos de trama y un final apoteósico impresionante. Pero sinceramente, me encuentro ante una película muy buena, pero que no me resulta novedosa y me da la sensación de que coge trozos y detalles de genios como Hitchcock o Amenábar. Y los genios, genios son...
Eso si. el Goya para Belen Rueda como mejor actriz sin ningún ápice de duda.
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