Zodiac

El cine negro sirvió en su momento como forma de expresión para narrar una época de gangsters y homicidios sin resolver, dentro de una atmósfera tétrica en la que todos los personajes tienen un pasado oscuro y una vida bastante desafortunada. Es el estilo que mejor le podía ir a esta fantástica película y el que le ha servido a David Fincher para sorprendernos con una buena historia contada de una manera extraordinaria.

La película comienza con una serie de planos impactantes para contar uno de los primeros asesinatos de Zodiac, que sirven para que el espectador no deje de quedarse atento a la pantalla para ver lo que sucede. Después, nos ponemos en la piel de cada uno de los protagonistas principales para intentar descubrir quien es el asesino, hasta el punto de que nos ponemos en la misma piel del dibujante que se obsesiona por localizar quien es y queremos que consiga las pistas necesarias para poder incriminarle.

David Fincher ha conseguido realizar una buena historia, eligiendo los mejores elementos para contarla. Una estética a lo cine negro, unos planos para ver cada una de las escenas, a cada cual más impactante, unas interpretaciones geniales que cuajan a la perfección y que convencen, sin que ninguno destaque sobre los otros y un buen ritmo para seguir el transcurso de la historia. El único inconveniente que puede tener esta película es que si no te engancha desde el principio, a mitad del filme puedes acabar aburrido y con ganas de que acabe la película. Esto mismo nos pasó en la sala donde la estábamos viendo donde escuché algun que otro bostezo, mientras mi mirada no podía dejar de abandonar la pantalla para no perderme ningun detalle de la búsqueda de Zodiac.

En definitiva, un buen thriller que si Fincher la hubiera hecho en la época de auge del cine negro, seguramente se consideraría una obra maestra.