jueves, mayo 17, 2007

El novio de mi madre


El lunes, aprovechando que me libré de ir a mi curso por la tarde y que nuestro pasado fin de semana ha sido más que fatídico, fuimos a ver esta primera película de Michelle Pfeiffer, de las muchas que tiene pensado estrenar este año, y la verdad es que me encantó.

Iba con mucho miedo, después de mi último tropiezo con Tu la letra y yo la música, pero debo reconocer que tengo una devoción muy grande por la Pfeiffer y tenía la intuición de que no me podría fallar y así ha sido.

La película cuenta de manera muy original, como sobrelleva el paso de los años, una mujer que acaba de llegar a la cuarentena y que no acaba de ser feliz con su vida. Y digo original, porque el comienzo del filme es impactante, al igual que desagradable, porque muestra de manera clara, las barbaridades que comenten muchas mujeres a esa edad en la que empiezan a salir las arrugas y se operan todo lo que pueden, con resultados difíciles de valorar. Durante la película, también podemos ver a la madre naturaleza (para los muy frikis es una de las psicólogas que trata a Ally McBeal), como asesora durante la película a una Michelle Pfeiffer que encuentra las ganas de rejuvenecer en un jovencito de 29 años, que hace todo lo posible por tenerla contenta y hacerla sentir muy guapa. Este no es otro que Paul Rudd, que hace un personaje excepcional, muy irónico y tierno que le va a la perfección y que hace una magnífica pareja con el de Michelle Pfeiffer.

Lo divertido también es ver a Michelle Pfeiffer enfrentarse a sus complejos y a ese miedo terrible a enamorarse en el entorno en el que trabaja que es el de la televisión y es curioso ver como asesora a chicas más jóvenes para que salgan relucientes en pantalla y como tiene que adaptarse a los nuevos lenguajes y a las nuevas modas, para que la serie que escribe y produce no baje de audiencia.

Bueno, que es una divertida historia con muy buenas interpretaciones y solo me queda esperar a lo siguiente que haga mi Pfeiffer a ver si sigue sorprendiendome.

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