Con Fran Vázquez y Carlos Jiménez |
La Librería Luces de Málaga se llenó de aficionados al baloncesto que querían conocer al Joan Plaza escritor que no se esperaba que su novela “Las mantas de Angelina” escrita desde hace años pudiera seguir teniendo tanta acogida entre el público.
Como decía el periodista Cristobal Montilla, presentador del libro, el entrenador Joan Plaza se llama igual que el escritor de “Las mantas de Angelina” y gracias a este evento y sumergiéndonos un poco como me dio tiempo a las primeras páginas, descubrimos una faceta diferente de esa persona a la que vemos dar constantes indicaciones en un partido de baloncesto a sus jugadores.
En un principio, verle entrar donde todos le esperábamos con una llamativa chupa de cuero con el emblema de Harley Davidson a la espalda, entre incredulidad y asombro, los que nos congregamos allí nos empezamos a dar cuenta que aún queda mucho por descubrir de esa faceta de Joan Plaza, fuera de las canchas de baloncesto.
Nos enteramos que antes de entrenador de baloncesto, fue funcionario de prisiones, labor que fue el origen de esta novela que surgió por un pacto entre compañeros de profesión y que de un cuento fue derivando en una necesidad del autor de convertirlo en algo más, “Las mantas de Angelina”. Tuvo una primera edición en catalán, después en lituano tras su estancia entrenando al Zalguiris de Kaunas y con un sorprendente éxito y finalmente la edición en castellano.
En este libro no se van a encontrar nada de baloncesto ni de cárceles, si no un toque de atención a los lectores de que dejemos esa sensación de vivir la vida de otros y que nos demos cuenta de la vida que hemos llevado. “Mi principal objetivo, sentencia Joan, es que la gente que esté a mi lado pelee por lo que sueña”. A lo que añade, “me gustaría que la gente se equivocara por si misma y tomara sus propias decisiones”. Las vivencias reflejadas son propias o de su gente más allegada donde vamos a poder escuchar a Los Beatles, ver su faceta más culinaria y como no, viajar. Es un libro que invita a que seamos nosotros mismos y que acertemos o nos equivoquemos sobre nuestras propias decisiones.
En una parte más jocosa, cuando le preguntan si escribiría un libro sobre su experiencia en Lituania, argumenta que “si, pero el poco tiempo que llevo aquí en Málaga tengo para dos libros”. Me da la sensación que se ha percatado que en Málaga se viven las cosas de una manera más intensa y que seguro que se verá reflejado en una próxima novela que terminó de escribir en su etapa en Sevilla y que tendrá por título “Despertar a tiempo”.
Con Joan Plaza |
Como manifestó el presentador del acto, “sería buena señar que Joan Plaza estuviera el tiempo suficiente en Málaga para escribir sobre sus vivencias”. Si fuera así, quizás ya se viera más como escritor que como entrenador de baloncesto, con una humildad que le hace reconocer que besaría a quienes se encuentra leyendo su libro en cualquier transporte público o que se sintió como García Márquez cuando Gemma Nierga leyó “Las mantas de Angelina” y se ofreció a escribirle el prólogo o que hay personas que se han recorrido todos los rincones que aparecen en la novela. Como aficionada de hace 17 años me está devolviendo la ilusión de un equipo que lucha aún cuando las dificultades le son adversas, cosa que antes no ocurría, si le veo a él luchando como escritor de esa misma manera, seguirá sin defraudarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario