lunes, marzo 31, 2014

Clausura del Festival de Málaga - "Una noche en el viejo México"

En la mesa redonda con Emilio Aragón en el Hotel Málaga Palacio

LAS DOS MEJORES PRIMERAS SEMANAS DE RODAJE DESPUÉS DE EL PADRINO

Así se lo dijo el protagonista de la segunda película de Emilio Aragón, Robert Duvall, titulada “Una noche en el viejo México” y que fue la encargada de clausurar la decimoséptima edición de el Festival de Cine de Málaga


Después de nueve días de espléndido sol, el último día de este certamen nos recibió con lluvia para ver el nuevo trabajo de Emilio Aragón. Una historia muy diferente a su ópera prima, Pájaros de papel,en la que viajamos junto al vaquero Red Bovie y su nieto en la búsqueda de la felicidad tras perder su rancho.

La película ya fue estrenada en Estados Unidos y en el Festival de Cine de Guadalajara con buenas sensaciones. En Málaga quizás la apuesta nos supo demasiado arriesgada teniendo en cuenta la gran aceptación de su anterior película que contaba con guión suyo y en el caso de Una noche en el viejo México, se juntaron circunstancias diferentes y de hecho el propio Emilio, la considera su primer trabajo puesto que es su primera historia rodada en inglés y con un guión que no es el suyo, con lo cual la aproximación es distinta. Ayuda contar con el trabajo de Robert Duvall pero esos 23 días de rodaje con un calor extremo, un equipo que no se conoce y una trama con la que no nos identificamos tanto, sea lo que provoque esa distancia que tenemos con lo que nos cuenta a través de sus personajes.


Aún así, tenemos la oportunidad de hablar con Emilio Aragón y preguntarte por un aspecto que sí que coincide en sus dos filmes, la importancia de la familia. “Ha sido casualidad pero si que, aquí tratada desde otro ángulo, habla evidentemente el tema de las diferentes generaciones y la manera de entender la vida. Duvall hablaba del perfil de cómo eran estos vaqueros en los años 50, 60 y 70, este tipo de hombre que veía la vida de otra manera, que le gustaba cantar y bailar y esa secuencia en la que él canta en el coche, eso lo improvisamos y cuando lo rodamos, me gustó tanto que le dije que creía que la iba a aprovechar toda. Hay dos cosas aquí importantes, la sociedad americana es muy particular respecto al tema de la tercera edad, hay cierto grado de cinismo en ese sentido, de puertas afuera hay bastante demagogia y hay una realidad que se esconde y es bastante dura. Este hombre se resiste a que la sociedad le arrincone y ese es uno de los alegatos de la película, que nadie tiene derecho a decidir por nadie y menos en este personaje, que es una fuerza de la naturaleza, tanto el personaje como el actor, él se resiste a que nadie decida por él y firmar el último capítulo de su vida y además le quedan muchos pero también la otra cosa importante es que no sabía si dejar el título que tiene o llamarla Red Bovie, porque el personaje tiene tanta fuerza que arrastra al resto de los personajes en la historia y es el que vertebra absolutamente todo”


Uno de los grandes aciertos de Una noche en el viejo México, me atrevo a decir que el principal junto a la actuación de Robert Duvall es la fotografía que capta el espíritu de esa zona, y en esas escenas podemos ver uno de los acontecimientos más importantes en ese país que es el Día de los Muertos. “Eso no estaba al principio, el guión que yo recibí era el 5 de mayo que se celebra el Día de la Independencia y uno de las cosas que se me propuso fue llevarlo al Día de los Muertos que le daba otra connotación a la historia, la idea inicial era rodar en Nuevo México pero por cuestiones de presupuesto elegimos Austin y Braumsvield (que está como a unas seis horas de coche), hicimos el primer viaje para localizar y ya cuando ví el sitio me gustó porque los pueblos fronterizos tienen esa cosa que definía el otro lado de la frontera cosas que se dibujaban y se solapaban y uno de los primeros sitios que visité fue el cementerio local y me llamó mucho la atención que las primera tumbas que ví eran de españoles y de años como 1825 o por ahí, como las fronteras se movieron y fueron una zona de guerra entre mexicanos y norteamericanos, ese cementerio pertenecía a la zona mexicana. Muy curioso el rodaje con respecto a la localización porque tuvimos mucha suerte en ese sentido, cuando decidimos que íbamos a rodar toda la película allí, la gente del pueblo se volcó, el alcalde nos brindó mucha ayuda y la policía. De alguna manera, convertimos las calles en nuestro decorado y me preguntaban en Estados Unidos que por qué no habíamos rodado al otro lado de la frontera, ya que estábamos a 100 metros y por un lado, fue por cuestiones de seguros práctico de rodaje pero por otro, es una zona un poco complicada, la de Matamoros, porque nosotros rodábamos de lunes a sábado, y el domingo que era el día de descanso pero al final no descansábamos porque teníamos que andar mirando lo que íbamos a hacer al día siguiente, me acerqué un día a una zona en donde el exterior es un momento en el que los tres personajes se sientan en una furgoneta porque quieren otra vez volver a cruzar y hay una fachada de un hotel abandonado, ese hotel está a 80 metros de la frontera y le preguntó al pintor que estaba envejeciendo un poco aquella zona, ¿qué tal? ¿todo bien? Y me responde sí, salvo por una bala que rozó aquí. Había rebotado una bala literalmente en la fachada y él estaba pintando. Esa es la situación real que está pasando en ese lado de la frontera. Me impresionaba en el rodaje, sobre todo Duvall con 81 años en ese momento, en un interior con el aire acondicionado apagado y 40 grados, era insoportable, de hecho, se nos desmayó unos de los ayudantes de cámara porque eran temperaturas tremendas y tu veías a Duvall sentado en la silla, sudando, y le decías Bovie ¿estás listo? Vamos a rodar. Con un ejemplo así, empapa al resto de la gente y contagia positivamente al resto del equipo. Él siempre quiso hacer este personaje y su mujer nos contaba que llevaba tres meses paseando con el perro interiorizando el personaje, no solamente se sabía el guión, al derecho y al revés, si no que se acordaba incluso de frases de otras versiones del guión. Hubo días que me pidió si algunas secuencias se podían dejar para la tercera o cuarta semana del rodaje por cuestiones de la historia y hay momentos memorables de la atmósfera que se podía respirar y crear porque había días que era Red Bovie, no era el actor era el personaje. No dejas de aprender en esta profesión, y una de las cosas más bonitas en este salto mortal mío, rodar una película en inglés porque aunque lo hables, no es lo mismo aquí que estar en un set y transmitir después de una toma, los cambios que quieras desde un punto de vista emocional”

Preguntado por la dirección de actores responde que “eso era lo que a mí me preocupaba, intenté atajar ese problema hablando previamente mucho con ellos, una vez que tuvimos muy claro el perfil del personaje, eso me permitió ir al set con más tranquilidad, aún así, cuando ruedas una secuencia y quieres cambiar una cosa, no estás en tu idioma, pero en eso me ayudaron mucho aunque hubo tres o cuatro días complicados porque los días de rodaje de noche seguidos es muy duro para un equipo, cuando empiezas a rodar a las nueve de la noche y terminar de rodar a las ocho de la mañana, es durísimo y sobre todo, para Robert Duvall que es una persona mayor pero en eso, la verdad es que estuvo siempre remando a favor de obra, me acuerdo cuando estábamos rodando la secuencia del cementerio, nos estaba amaneciendo y teníamos que terminar y se oía la voz de él detrás, come on guys, como diciendo venga, que podemos hacerlo, trabajar de esa manera es un lujo”



En la rueda de prensa nos siguió contando un diccionario de anécdotas eterno, y te das cuenta que es un tío del medio, que conoce lo que necesitamos para escribir nuestros artículos y que nunca te deja una pregunta en blanco ni corta, siempre si se le van ocurriendo más detalles, te los ofrece y al momento te pide disculpas por haberse enrollado tanto cuando precisamente, es lo que normalmente necesitas para contar lo que quieres. Otro ejemplo, es que nos dijo que su montador cuando iba revisando las escenas, no tuvo más remedio que decir sobre Robert Duvall, el cabrón está bien en todas las tomas. Con lo cual, su trabajo fue arduo y complicado.

Tras contar con el genio de Ara Malikian en Pájaros de papel, necesitaba cerrar su música con una voz mexicana como la de Julieta Venegas. Y él pensó que ella tenía que ser la que pusiera la canción final. En una de las muchas casualidades que ha tenido esta película, pudo quedar con ella en Madrid y tras una cerveza, accedió encantada y la pueden disfrutar cuando se acaba la historia.

La fecha de estreno será el 9 de mayo en España y el 16 de mayo en Estados Unidos. Emilio Aragón está con ganas de seguir rodando cosas interesantes y tiene un par de guiones escritos, uno de ellos desarrollado en China, que podrían ser sus posibles proyectos y casi seguro que volverá a rodar un guión suyo, cosa que le vamos a agradecer sus seguidores porque si contando historias es feliz, cuando cuenta las que él escribe, nos hace mucho más felices a los demás.

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