viernes, diciembre 27, 2013

Crítica "Sobran las palabras"

Una auténtica locura de ritmo podría ser el resumen de este "divertidrama". 
En la última película que rodó Tony Soprano antes de su fallecimiento dicen que el personaje se le parecía muchísimo a su verdadero ser y esto la verdad es que se nota en su actuación y también en la de nuestra Elaine de "Seinfield" cuyos toques de locura recuerdan tanto a ese personaje con el que consiguió la fama y también a Cheryl que interpretó Helen Hunt en "Las sesiones", esa terapeuta del sexo que lograba una empatía extraordinaria con su paciente tetraplégico.
Son personajes caóticos que dicen lo primero que se les pasa por la cabeza y que están construidos de manera que el espectador les entiende, les divierte pero también les desconcierta con sus altibajos. Además cuando he destacado la locura del ritmo, es que todo pasa consecutivamente, no hay escenas superfluas para contextualizar donde estamos y lo que pasa. Todo ocurre pim pam y pim pam y vas sabiendo enseguida los pasos que van a ir dando en su relación.
La historia no se sale de una conexión inmediata de dos personas que se sienten solas, conectan y cometen fallos que hieren a uno y otro. Pero lo diferente es la manera que se relacionan a través de sus diálogos irónicos, rápidos y locos no sólo entre ellos si no con los otros personajes entre los que encontramos a Toni Collete y Catherine Keener.
Es una película hecha para entretenerte y disfrutar con estos dos personajes principales aunque quizás me ha faltado que ante un comienzo tan rápido y divertido, se hubiera mantenido esa tensión hasta el final porque si que es cierto que te esperas todo lo que va a pasar y no es que sobran las palabras es que sobra toda la historia.
Prefiero las historias que parecen que no me dicen nada y luego sube la sorpresa y la emoción al final que al contrario. Aún así, es una delicia descubrir a estos dos personajes enamorándose y despedirme de Gandolfini en la gran pantalla.
Nota: 5 Arcones

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