Hola a todos¡¡¡ Mi arcón hoy se llenará de libros ante la festividad de Sant Jordi que celebraré esta tarde comprando libros de mis autores favoritos e intentando luchar contra las masas para que me firmen y tener ese bonito recuerdo cada vez que abra la primera página.
Si, lo reconozco. Normalmente soy una asidua lectora, aunque poco compradora y aprovecho estas fechas para resarcirme de este error y sentirme un poco mejor. ¿Qué está mal? Ya lo sé. Pero creo que no soy la única pecadora que aprovecha este tipo de fechas para hacer en un día lo que se debería hacer en todo el año.
También reconozco que me encanta como celebran este día en Barcelona, acostumbrada a los mismos tenderetes de siempre en el paseo del parque de Málaga, aqui se vive como una autentica fiesta del libro, donde me doy realmente cuenta de que tampoco vivimos en una sociedad tan inculta y que algo tan importante como es un libro y hablar con tus autores favoritos, nos une en la calle de una manera especial.
Hoy intentaré hablar con mi escritor favorito, Juan José Millás, la rabia que tengo es que solo me podrá firmar el último libro porque los demás estan en Málaga, ya que estoy empezando a trasladar todo lo que tengo acumulado en mi piso de Barcelona al de Málaga. Pero bueno, se lo diré y espero que me salgan las palabras adecuadas, aunque reconozco que estoy de los nervios por conocerle.
De hecho, estoy pensando, que esta cita y la del Salón del cómic que se celebró este fin de semana, son los dos acontecimientos que más me han entusiasmado de esta ciudad y que a ser posible, cuando estemos en Málaga intentaré aprovechar que las fechas son cercanas para poder subir a Barcelona y disfrutar de los dos eventos, ¿lo conseguiré?. Ya os lo diré el año que viene.
Mientras tanto, os comento una de las películas que he visto recientemente esta semana. Esta era una nueva oportunidad para poder ver en pantalla a mi novio cinematográfico, Mark Wahlberg, y además de sentirme satisfecha con su presencia, me encontré con una buena historia de acción de ritmo frenético que hacia tiempo que no disfrutaba.
La película recuerda mucho a Negociador, una película de Samuel L. Jackson con Kevin Spacey, ya que combina una buena historia con escenas sorprendentes que tienen todos los ingredientes que nos apasionan de una película de estas características. Wahlberg es un tirador experto al que dejan tirado en una misión en África y desde entonces vive recluído en una casa de montaña sin querer saber nada de su pasado. Entonces ante la inminente amenaza de un ataque contra el presidente, le piden asesoramiento para que descubra donde pueden ser los puntos claves para que un tirador acabe con la vida del presidente.
A partir de aquí, la historia va enredandose y dando muchas sorpresas imprevisibles y además se van sucediendo escenas de alto ritmo de persecuciones, preparación de trampas y diálogos muy de acción, con frases emblemáticas que siempre siempre quedan bien. Es de destacar el gran trabajo de Antoine Fuqua, con una fotografía muy oscura pero donde destaca la espectacularidad de los paisajes y con un diseño de personajes que aunque sean los típicos de una peli de estas características, quedan bien y dan un gran resultado.
Una muy buena recomendación para ver una buena peli de acción
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