José Luis Guerrero Fernández lo vuelve a conseguir con su nuevo texto teatral. En su filosofía siempre impera que nunca salgas indiferente de lo que te presenta delante tuyo como espectador. Pues “Con los terroristas” es un ejemplo más de la hipocresía que podemos llegar a desarrollar dándonos o sin darnos cuenta. Y más cuando salta el tema religioso de por medio, cómo él lo plantea de la mano de sus actores de Apo Teatro, Noé Lifona y Salvador Flores. Hablamos con el propio director de esta obra que estará durante todo el mes de marzo en la sesión golfa de Microteatro Málaga
P: ¿Cómo se te ocurre el planteamiento de “Con los terroristas”?
José Luis Guerrero Fernández: Porque vivo con un moro. Y como vivo con un moro y he vivido con varios y conozco a muchos, yo sé que los moros no son los malos. A partir de ahí, yo quería hacer un argumento de defensa de los moros. Y no al Islam o a ser musulmán, si no a los moros. Todos los días en las noticias yo veo moros malos y parece que tengo que salir a la calle y pegarle una paliza a un moro para ser feliz, entonces yo quería hacer una argumentación de que ni los moros son tan malos, ni los cristianos tan buenos, ni los budistas o los sionistas. Utilizo el argumento más cercano que tengo que es la decapitación de cristianos por musulmanes de la primera árabe, yo he querido reflejar que lo malo es la religión, no las personas. Los creyentes pueden ser buenos, malos, ilusos, tontos o sencillamente creyentes pero ellos no son los culpables. Yo quería hacer un argumento de defensa a ellos.
P: Noé Lifona interpreta al moro, representando todo aquello que se le dice o se presupone a alguien que pertenece a esa religión
José Luis Guerrero Fernández: Representa el cliché más supremo. Me ha faltado decirle: imita a Apu cuando hables en moro. En él se refleja lo frívolos que somos, nosotros creemos que los moros son así, que uno de Kenitra habla igual que uno de Xauen, como si un andaluz hablara igual que un catalán.
P: Y la contraposición es Salvador Flores que interpreta al católico creyente
José Luis Guerrero Fernández: Es el costalero. Y el moro también piensa que el creyente cristiano es así. Me he ido a los dos arquetipos supremos para luego desmitificarlos. Para que el moro no sea tan moro ni el cristiano tan cristiano.
P: El texto rezuma mucha actualidad
José Luis Guerrero Fernández: Yo he de decir que lo escribí antes de Charlie Hebdo. Es muy significativo que al día siguiente que yo terminé el texto, pasase esto. Fue como, “lo estoy haciendo bien”. Y eso era porque me estaba yendo a la actualidad suprema.
P: Yo me refería porque la gente debe tener esas referencias a hechos que han sucedido o que sucedieron para entender mejor muchos detalles que dejas
José Luis Guerrero Fernández: En una de las últimas entrevistas que tuvimos, te dije “ahora parece que los gobiernos quieren que los pobres se mueran”. Mi opinión es la misma acerca de la guerra santa. Antes de que ocurriese lo de Charlie Hebdo, le dije a mi novia Arantxa, “esto lo veo como un gran anuncio de guerra santa”. Va a pasar como lo que ocurrió con el 11S. Que tuvieron el atentado en EEUU y luego en la maratón de Chicago. Ahora nos tocará uno en Francia, uno en Alemania y uno en España, mientras que la Unión Europea le dice que sí a Estados Unidos para declararles la guerra santa en la primavera árabe. Ese guión lo vemos todos. ¿Por qué no lo está viendo el mundo?. Nos llevan diciendo que van a matar moros indiscriminadamente y nosotros, lo más que hacemos es decir “que guay”. Es como un filtro, nos lo llevan anunciando tres meses y cuando sucede, te parece normal.
P: ¿Crees que el público va a captar todo esto que quieres transmitir?
José Luis Guerrero Fernández: Sino se enteran, que les follen por no leer. Vivimos en el mundo actual y si decapitan a sus primos, dirán que es culpa de los moros cuando deberían echarle la culpa a sus gobiernos. Igual que en Japón decapitan a dos personas y el gobierno se queda estático. No se pueden quedar estáticos, son ciudadanos suyos.
P: ¿Aprovechaste que la temática de microteatro te venía bien para lo que querías contar o tú ya lo tenías planeado?
José Luis Guerrero Fernández: Yo ya quería escribir algo de los terroristas porque yo tengo amigos moros que no son islámicos integristas decapitadores, igual que tengo amigos cristianos que no son costaleros capillitas estúpidos. En un principio, quería escribir sobre Jesucristo dentro de Gran Hermano pero no salió.
P: A la hora de ensayarlo con ellos, ¿cuales son las pautas que les has marcado?
José Luis Guerrero Fernández: La primera semana fue un infierno. Porque teníamos que decidir entre los tres, si era cómico o serio y no fue posible. Salva quería serio y Noé quería cómico. Y cuando hacíamos cómico, Salva no lo hacía bien y cuando hacíamos serio, Noé no lo hacía bien. Al final, la semana siguiente, tras la idea inicial de Noé, que fue el primero que la propuso y tras Salva decirme que sí, lo hicimos híbrido. Nos pusimos alegres hasta que Salva se pone triste y cuando él está así, ya manda su rítmica.
P: ¿Y con eso ya decidido, cual era el siguiente paso?
José Luis Guerrero Fernández: Luego entramos en la dinámica del absurdo que es la única que yo manejo plenamente. Yo, como director, soy muy verde y no tengo problema en decirlo. Se manejar bien el llanto y el absurdo. Todo lo demás, lo manejo un poco. Con “Sr.Rip” me la marqué con risa pero no es lo mío, lo mío es que la gente llore y se ralle. Y a ser posible, con temática absurda.
P: Pero cuando eso se consigue, el público se siente raro
José Luis Guerrero Fernández: A mi me gusta que el público se sienta raro. Yo cuando escribo, siempre pienso que vivo en la sociedad de la gente que no lee. Y como yo sé eso, sé que los listos son los que leen. Es así de chungo.
P: Pero lo más fácil para tí, sería buscar algo más directo y fácil
José Luis Guerrero Fernández: Pero entonces no sería APO Teatro, sería cualquier otra compañía y yo trabajaría con ellos. Cuando es APO, yo lo que quiero es que sea inteligente y bien hecho. Son mis dos grandes premisas: que haya contenido y que esté bien hecho. Puedo fallar en una de las dos, pero en las dos no voy a fallar.
P: ¿Qué te has llevado como director haciendo esta obra y qué quieres que se lleve el público?
José Luis Guerrero Fernández: Nuestro proceso de aprendizaje recíproco ya es menor. Sé por donde tengo que cogerles y ellos a mí. Lo guay que he vivido con “Con los terroristas” como director es el hecho de atreverme a jugar con ellos. Ya hemos llegado a un momento práctico en el que, por muy grande que sea el proyecto, si estamos nosotros lo llevamos rápido. La gran ventaja de “Con los terroristas” es darme cuenta de lo buenos que podemos llegar a ser. Y mi intención con respecto al público, sinceramente, sería que llorasen por darse cuenta de cómo de injustos son, eso es lo que de verdad a mi me volvería loco. Que tras reírte dos veces, te des cuenta de que eres un miserable porque juzgas a las personas por no ser de tu propia religión y encima ni eres de tu propia religión porque eres un cristiano de mierda que no va a misa ni hace cosas de cristianos. No eres un cristiano y encima juzgas a los moros. Yo lo que quiero es criticar los prejuicios que impone la religión, que no la fe.
P: Ojalá venga a verla como público un moro
José Luis Guerrero Fernández: Me encantaría. Por eso se habla en moro de verdad. Lo último que dice el moro es “Feliz Año Nuevo”. Para que sólo un moro entienda cómo de broma es esto.
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| Cartel de la obra |
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