viernes, octubre 24, 2008

El lugar donde Clint Eastwood perdió el Bontebok

Hace escasamente una semana, me encontré en un lugar perdido en el desierto que resultó hermoso de ver.

No tenía grandes bosques ni senderas verdes, pero sí la oficina del sheriff, el saloon del pueblo, el banco donde los forasteros efectuaban sus robos. Es decir, un lugar para amantes del cine llamado MiniHollywood en el Desierto de Tabernas en Almería.

Nada más entrar, cuatro pistoleros despiadados, nos hicieron colocarnos con sus sombreros y pistolas para la foto oficial típica de los parques de atracciones que te ofrecen para que la compres al final de la visita. La única diferencia es que estaban hechas de buena calidad y por ello, por primera vez en mi vida, me las llevé a casa.

El comienzo del recorrido es ver a tu alrededor un auténtico pueblo del oeste, donde están perfectamente conservados los decorados donde en su momento, Sergio Leone, ideaba esas geniales películas del oeste con las que conseguía dormirme las tardes de verano junto con mi grandullón en el sofá.


No faltaba un sólo detalle, bueno sí, esa bola de paja empujada por el viento que nos hubiéramos llevado encantados de recuerdo, pero en fin, nos conformamos con visitar un espectacular museo del cine con proyectores de un tamaño inmenso que no había visto en mi vida y carteles de muchas de las películas que se rodaron allí, mezclados con carteles de alguna española que mejor no haber visto.

Posteriormente, nos ofrecieron un espectáculo del oeste muy bien ambientado y reflejando a la perfección los detalles y el tipo de escenas que normalmente conforman una película de estas características. Las caídas un poco forzadas, pero bastante creíbles.


En el cementerio, pudimos contemplar grandes figuras del cine del oeste que desaparecieron y retrataron mucho las grandes películas del oeste y también un museo de carros, con coches de todo tipo que existían en esa época.


Y mi duda era ¿cómo en todo un universo del oeste había incluido un zoológico?. Pues muy simple, colocando una avenida de fuentes y árboles en la parte superior del parque y allí aprovechando el desierto está montando un zoológico de colosales dimensiones y aunque con poco espacio para algunos animales, lo cierto es que están en un entorno idóneo para ellos y lo pudimos contemplar muy bien.


Dos detalles marcaron nuestra visita al zoo: El primero de ellos fue encontrar a los canguros en la parte final del parque que si dabas un paso más, te caías a un desfiladero, y hallamos en lugar de los simpáticos animales saltarines, un pedazo de ciervo de nombre Bontebok que sólo vive en Sudáfrica. Raro de narices. Y aún creemos que es el máximo sospechoso de haberse comido los canguros porque allí ya no quedaba ninguno.


Si queréis conocer más profundamente a este animal, podéis pinchar aquí


Y el segundo, que fuimos testigos de la naturaleza más pura, al llegar a la zona de las tortugas y verlas más felices que nunca haciendo el acto sexual con unos ruidos que no puedo pronunciar aquí pero que marcaron nuestra visita profundamente.


Tampoco hay que pasar todo un día allí, pero merece la pena visitar este MiniHollywood del desierto de Tabernas y descubrir la magia del oeste que aún permanece allí


1 comentario:

Pedro García Recover dijo...

Sin duda alguna, Tabernas y su desarrollo cinematográfico se convierte a día de hoy en uno de los principales pilares del cine de Almería, Andalucía y España, Ahora, no solo el desierto de Tabernas, se convierte en escenario para las film comisión, también cualquier punto de la provincia, ya sea por sus playas o los pueblos de las Alpujarras, que recuerdo que son compartidas entre Granada y Almería.

Una de las ultimas producciones realizadas en la provincia de Almería, concretamente en los campos de Nijar, han sido los últimos capítulos de la serie los “hombres de Paco”; donde el corijo del fraile, lugar mágico donde Lorca escribió “bodas de sangre” a día de hoy, se deja en el olvido, se observa como un lugar por el que el tiempo si que ha pasado, mientras que nadie rescata y toma en valor la historia de ese espacio y recuerda como foco turístico y cinematográfico lo que allí pasó y como fue recogido.