Se que esta semana estoy muy reivindicativa, pero mira cada uno tiene sus días buenos, malos, regulares, para no levantarse, reivindicativos, divertidos. A mi me ha tocado revelarme contra cosas que me hierven la sangre.
Me ha ocurrido que gente cercana a mi, hace los típicos comentarios sin malicia pero con un tonito de burla sobre cosas cotidianas que haces en tu vida. Son de esas personas que cuando le contestas a su insinuación, te dicen eso de ¿por qué te pones así, si sólo es una broma? y sino respondes, te quedas con eso dentro reventándote el estómago y con ganas de decir realmente lo que piensas, pero no lo haces por educación y por no hacer daño.
En cualquiera de las dos opciones siempre pierdes. Pero yo más que nada me pregunto, ¿qué interés tiene la gente en criticar lo que haces porque no están de acuerdo con ello?, ¿qué me importa a mi la prioridad que tienen en sus vidas y las decisiones que toman? ¿por qué se toman la libertad de cuestionar que quiero gastar mi dinero en ir al cine?
Son cosas que sé que les pasa a todo el mundo, pero como no tenga la oportunidad de desahogarme como yo quisiera, lo hago a través de mi plataforma de libertad de expresión, esperando una solución que queráis aconsejarme o aportarme o simplemente que no sea yo la única tonta de este planeta que se afecta con estas cosas.
Y por cierto, mal que le pese a cierta gente, mañana veré 27 vestidos y la criticaré debidamente.
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