Nos encontramos en la semana decisiva en nuestra vida política. De repente, las promesas que tardábamos en escuchar, se acumulan en nuestros oídos y no tenemos la suficiente capacidad como para entenderlas todas.
La única diferencia después de 13 años, que ya es decir, es que hemos podido contemplar un debate entre los dos partidos con mayor número de apoyos en nuestro país. Algo que parece demostrar que existe libertad de expresión, pero es una libertad sesgada. ¿Por qué no dar un paso definitivo y permitir que hablen todas las fuerzas políticas que representan todas las formas de ver la vida de la sociedad? ¿Por qué se les niega ese derecho? ¿Por audiencia? ¿No dice la Academia de la Televisión, organizadora del debate, que la televisión debería regirse por sus contenidos y no por lo que quiere la audiencia? ¿En qué quedamos?
Pero, sin duda alguna, lo que más destesto de este tiempo electoral, es esa gente que siempre sale en los reportajes televisivos, argumentando sin ningún tipo de vergüenza que no le interesa la política y que no piensa votar a ninguno porque todos son iguales. Tópicos, más que tópicos.
Nuestra sociedad se rige por la mierda de los tópicos, y perdonadme ser tan ordinaria, pero encima estas personas son las que luego se quejan de que la economía va mal, que el paro sube, que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo, etc etc
Pero bueno, ¿con qué derecho vas tu a criticar si ni siquiera has ido a votar?. En su mentalidad debería estar el trabajo y el esfuerzo que ha costado que en este país tengamos derecho a voto, es algo a lo que no le damos el significado verdadero que tiene porque como ya se tiene, pues nada.
Incluso creo que entra la dejadez de muchas personas de no preocuparse por lo que ocurre día a día en nuestro país, tener esa inquietud por las cosas de las que dependemos día a día, pero luego cuando las cosas le afectan personalmente es cuando se quejan. Puro egoísmo.
Yo tengo claro que iré a votar, pero no me he decidido tras un debate que podría haber servido para sentenciar el voto de los indecisos sino para ver que necesitamos una mejor política que entienda la gente de la calle, dejarse de echarse reproches y aunque me alegré, sobretodo en el segundo debate, de conocer las propuestas de los partidos mayoritarios, eché de menos escuchar a más voces aparte de ellos dos.
A ver si algún día se cumple mi sueño de ver una verdadera libertad de expresión
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