Esas caras reflejan la crónica de una muerte anunciada, a falta de 13 segundos. Un tiempo que para cualquiera de los mortales nos parece insignificante, pero que en baloncesto valen puro oro, como hoy ha sucedido con el Tau Vitoria.
En ese corto plazo de tiempo, han logrado remontar 4 puntos y colocarse en la final esperada y soñada de la liga ACB. Que muchos podíamos pensar qué era difícil ganar el segundo partido en Vitoria, pero por soñar, que no quede, que nadie daba tampoco un euro ante el Madrid y se pudo.
Decía Aldán en la obra que fui a ver a Madrid, que uno deja de ser niño cuando olvida sus sueños. Pues sinceramente a mi me han quitado de un plumazo, el alma de niña cuando me he quedado a cuadros viendo fallar dos tiros libres imprescindibles y anotando dos canastas que no tenían que entrar.
En fin, supongo que el síndrome del triple de Ansley tenía que reaparecer, pero no entiendo porqué se me resiste el celebrar algo con mi equipo estando yo presente. Lo único que me he podido disfrutar en vivo fue la Copa Korac, el primer título importante que logró el Unicaja y de ahí en adelante na de na. Tanto la Copa del Rey como la Liga me pillaron en tierras catalanas y no hay comparación en celebrar las cosas fuera del pabellón como dentro. No es lo mismo. Os lo aseguro.
Y no me lo merezco, hoy he contabilizado que llevo 12 años de socia, y he estado con ellos como con los matrimonios (y eso que esta palabra la detesto), a las duras y a las maduras. Cuando han hecho una temporada de escándalo y hemos tenido mala suerte, cuando los árbitros nos han robado partidos, cuando han hecho partidos de leyenda y únicamente he podido disfrutar de una maldita Korac, que ya ni existe. No es justo.
Lo sorprendente de este tipo de partidos, son las conclusiones generales de los aficionados cuando salimos del pabellón. En ese momento, todos somos entrenadores, todos sabemos lo que tenía que haber hecho Scariolo y en qué preciso momento se ha equivocado, luego viene el reproche a los juagdores de diverso tipo: "Con la pasta que cobran y ahi que ver", "Si es que no tenía que haber sacado a..." etc etc etc
Yo me uno a ese tipo de aficionados y creo sinceramente que el señor Gominolo se equivocó al plantear una zona ante un equipo que enchufaba triples a diestro y siniestro y luego que no me diga que por tres fallos de desconcentración se ha perdido un partido que íbamos ganando. Eso ya lo sabemos, señor Gominolo, pero más que nada nos podría explicar porqué unos jugadores profesionales permiten que ese tremendo fallo de desconcentración, que sólo había que meter dos tiros libres, no era tan difícil.
En fin, para consolarnos, solemos decir eso de "Bueno, al menos ya no hay que venir hasta octubre y podemos pisar la playa o descansar". Pero qué quereis que os diga, no me conformo con eso, puesto que tenía ahí depositado un sueño que no se me acaba de cumplir, y que es por una puñetera vez, quiero disfrutar in situ de un triunfo de verdad con mi equipo y no estar siempre a las malas. Que ya me toca y seguiré soñando con eso para seguir siendo niña, como decía Aldán.
Hasta la temporada que viene, boquerones verdes de mi corazón.
1 comentario:
Oye al final tuviste que invitar a un café a tu jefe no?
Perdiste la apuesta! Ayyy, weno seguro k la próxima vez será él kien te invite ;)
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