En mi familia todos saben cocinar y guardan tanto sus recetas estrella como el hecho de que saben hacerlas como un secreto oculto para que nadie sepa que, en realidad, saben dominar el arte de la sarten y el horno (y en algunas ocasiones el microondas) para que nadie les esté pidiendo que trabajen en ese ámbito y poder librarse de que los demás disfrutemos sus manjares.
Esta realidad ha sido desconocida para mí y de hecho nosotros íbamos transmitiendo a los más allegados esa leyenda de que nadie de nosotras sabía cocinar. Supongo que la pretensión era heredar esa idea generación tras generación.
Nunca le encontré, por tanto, el interés por aprender. Me iba manejando con lo poco que sabía, freir, hornear y si quería probar algo diferente pues aprovechar cuando en alguna ocasión íbamos a comer a un restaurante. Hasta que un día haciendo zapping me enganchó un cocinero que en Canal Sur comenzaba una nueva etapa con un programa llamado "Comételo" y entre sus máximas tenía potenciar los sabores y la comida andaluza, no usar maquinaria extraña y que tú pudieras ver todo el proceso editando lo mínimo posible. La frescura, amabilidad y naturalidad de Enrique Sánchez me conquistaron al momento y sobre todo, que manchaba la cocina como me pasaba a mí muchas veces y no había de repente un salto en el tiempo que mantenía dicha cocina limpia en un momento. Se le caían las cosas como a mí y admitía errores. Y a la vez ejercía una labor didáctica sobre los alimentos y cómo cocinarlos que yo aprendía enseguida. Sellar la carne, sofreir, espalmar, bridar, todo ese argumentario más el conocimiento de propiedades provocaron que me fuera interesando más y más, como esos profesores que siempre conseguían que fueras partícipe y te encantaba que te enseñaran alguna asignatura concreta.
Así que en la primera receta que le ví hizo un lomo bajo al horno con salsa de cereza. Imprimí la receta pero también hacía mis anotaciones propias en un papel y así lo he ido haciendo a lo largo de estos años. Esa receta la hice pensando en que a mi pareja le iba a encantar y poco a poco apuntaba las que sabía que más iba a sorprenderle. Después me animé a hacer las que más me gustaran a mí de pescado. Y al principio, unas veces se que me quedaba más crudo y otra más pasado, hasta que ido pillándole los puntos adecuados a las comidas. Ya con olerlo y mirar sé hasta que fuego le puedo dar, cuando tengo que remover y sin ser una experta ni pretenderlo, he conseguido disfrutar de algo que para mí era desconocido y que como dice Enrique, cuando por primera vez prueban algo tuyo y se emocionan o sonríen no hay tiempo perdido en la cocina si no tiempo invertido en hacerles felices con la comida.
Así que sin más, os pongo la última receta que he hecho (a la que ya le voy adaptando mis gustos y lo que tengo en la nevera sin seguirla al pie de la letra y os animo a hacer lo mismo). Las cantidades están pensadas para dos personas, porque siempre las ponen para cuatro y me da mucho coraje. A disfrutadla y contadme si os animáis a hacerla, ¡cómo os ha salido!
HOJALDRE DE SECRETO IBÉRICO CON SALSA DE MANZANA
INGREDIENTES
- 2 manzanas (preferentemente Fuji o Reineta)
- 200 gramos de secreto ibérico cortados en tiras (si el carnicero es apañado os lo hace)
- 1 cebolla y media
- 3 dientes de ajo
- 50 gramos de brotes de soja
- Queso rallado
- 2 copas de vino dulce
- Medio litro de caldo de carne
- Laurel
- Nuez Moscada
- 6 Hojaldres de vol-ai-vents
- Cortar media cebolla en juliana fina y comenzar a rehogarla. Pasados unos minutos, incorporar una copa de vino dulce, bajar el fuego y dejar que se evapore el vino y se vaya caramelizando la cebolla.
- Para la salsa; picar media cebolla y comenzar a rehogarla con 1 diente de ajo laminado. Verter la otra copa de vino dulce y el caldo de carne. Agregar una hoja de laurel, un poco de nuez moscada y salpimentar. Dejamos hervir y añadimos 1 manzana troceada pelada. Dejamos al fuego.
- Cortar el secreto ibérico en tiras (si el carnicero no os ha hecho el favor) y comenzar a saltearlo. Agregar media cebolla cortada en juliana, un par de dientes de ajo, enteros y golpeados, unos brotes de soja y la otra manzana troceada sin piel. Salpimentar y dejar cocinar al fuego.
- Triturar la salsa.
- Extender los hojaldres en la bandeja de horno, sobre papel de horno. Disponer sobre éstos la cebolla caramelizada, el salteado de secreto y rallar queso por encima. Introducir en el horno a 175º C. para calentar el hojaldre y derretir el queso unos 15 minutos.
- Emplatar a vuestro gusto
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