La derrota de ayer de Unicaja cabreó al equipo y a todos los aficionados que nos congregamos en el Carpena. Pero creo que la sensación que más se me quedó al finalizar el encuentro es la de que seran los partidos que luego echemos de menos por no haberlos ganado.
Las circunstancias nos favorecían en todos los sentidos y la principal era que en esta liga 2013-2014 por fin podíamos contar para el partido con todos nuestros jugadores y Joan Plaza debía hacer un descarte que consistió en Sergi Vidal. Pero siendo esta una realidad, la mayor de todas es que el rival, el Cai Zagaroza se trajo la circunstancia primordial que hacen vencer los partidos. La actitud. El no rendirse ante las circunstancias y su premio fue llevarse el encuentro ante una de las canchas más difíciles de nuestro baloncesto.
No administrar correctamente esa ventaja en el marcador al descanso y permitir que el Cai creyera en esa remontada y pusiera todos sus esfuerzos en intentar los tiros una y otra vez y atreverse a buscar las canastas cerca de aro y coger el rebote, me rememoraron a épocas que preferiría olvidar, donde la afición no comulgaba con el equipo y no se veía esas ganas de lucha y de llevarnos el partido desde el primer segundo.
Nadie se atrevía a tirar, nadie cogía el balón, sólo teníamos jugadas de entrar en la zona y sacar el balón fuera, locuras, pérdidas de balón y en definitiva desconfianza e inseguridad que permitió que tuviéramos un porcentaje paupérrimo de tiro que no logramos solucionar.
A pesar de esto, no soy de las que ya critican exacerbadamente al equipo y ya piensa que la liga se va a ir al traste y que menos mal que ya estamos clasificados para la Copa del Rey porque si no, nos pasaría la misma historia del año pasado. Creo en mi Unicaja, en su capacidad para resolver situaciones que ya nos han sido desfavorecidas en muchas ocasiones y en varios partidos he podido disfrutar de esas ganas de ganar el partido, de jugar en equipo y de hacer las cosas bien. Y ayer fui muy feliz con esta foto de algo extraordinario que viviremos en febrero y que supondrá, después de mis 17 años de socia, mi primera Copa del Rey en Málaga (no pude ir a las anteriores).
Eso sí, ayer escuché a Joan Plaza, gracias a los compañeros de Cope Málaga, en rueda de prensa argumentar que no sabía porque el equipo había dado ese bajón después del descanso. Espero que no sea una tónica y que no volvamos a entrenadores "amiguitos" de los jugadores que no ponen las cosas claras para encontrar las soluciones necesarias. Voy a pensar que ha sido un tropezón y que ya el equipo se ha repuesto de la caída y espero no equivocarme.
Mi jugador destacado: Nick Caner Medley. A pesar de bajar su intensidad en el último cuarto, cada partido me sorprendo más de su capacidad para estar pendiente de muchos aspectos del partido tanto defensivos como ofensivos. me encanta verle jugar.
Lo peor del partido: El bajo rendimiento defensivo. Bajar los brazos y permitir que te hagan las mismas jugadas para que el jugador se quede solo en el triple una y otra vez desespera. No puede caer tanto esa intensidad defensiva ni que prevalezca ese relajamiento. El ejemplo, el rebote de Sanikidze y que bote tan tranquilo hasta la línea de triple sin que nadie le estorbe el lanzamiento
La anécdota: El triplazo de Kuzminkas al finalizar el primer cuarto. Aunque hubiera preferido más acierto continuo durante todo el partido que este canastón.
PRÓXIMOS PARTIDOS
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