Hoy he podido, por fin, ir a las rebajas. He engañado a mi buena prima Dalia para que me acompañe en esa odisea que nos hace perdernos entre marañas y marañas de ropa hasta encontrar con esa prenda ideal para ti, pero que nunca hay en tu talla (bueno para mi prima Dalia, siempre la hay, teniendo una mísera S, que no nos cabe a nadie).
Pero os digo una cosa, estoy harta de tópicos. No te encuentras nada en rebajas, al final no hay nada de lo que me gusta y lo que me gusta es de nueva colección y no está en rebajas, hay que ver que con la crisis ya no nos podemos comprar nada. Pues no estoy de acuerdo, yo creo que depende de la motivación y el objetivo que tengas a la hora de afrontarte un día de rebajas.
Lo primero: No hay nada en las rebajas. Sí que hay, lo que nunca vas a encontrar en rebajas, es ese vestido que no te quisiste comprar porque querías esperar a que se rebajara. Error. Ese vestido está missing y ni te molestes en buscarlo, porque esa oportunidad de llevarlo esa noche con amigas, debe desaparecer de tu mente. El vestido no está ni de rebajas ni ya está en la tienda.
Lo segundo: No hay nada de lo que me gusta y lo que me gusta es de nueva colección. ¿Qué esperabas? ¿Qué las tiendas fueran estúpidas y sólo facturaran de las dos camisetillas que te compras por 3 euros en rebajas?. Ainss, lo bueno es que al ir ya con la mentalidad de comprarte algo, alguna cosilla de nueva colección cae y no te duele tanto, porque te la has comprado en época de rebajas, aunque no esté rebajada. Quédate con esa sensación para sobrevivir a las siguientes rebajas.
Y lo tercero: La crisis. La dichosa crisis. Al final, es que no sabemos ahorrar para comprarte todas las cosas de la tienda que te gustan. Y sí, habrá subido todo de precio, pero al menos para caprichitos siempre podemos tener, sí nos quitamos de tal y de cual, pero como no podemos, estamos siempre en crisis. Las pobres camisetillas de tres euros, son las únicas con las que podemos contar para afrontar la crisis. Y bien apañadas que son.
Ir con mi prima Dalia, significa que ella se lleva más de lo que pensaba y siempre le queda perfecto y eso se me contagio y no me llevo tanto como ella, pero con un par de bolsitas me he ido. Eso sí, camisetas de tres euros la mar de monas han caído unas cuantas.
¡Vivan las rebajas!
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