Espíritu navideño

No pensaba escribir nada en mi arcón hasta que acabaran mis pequeñas vacaciones (si las mías, no las de Cameron Díaz en la peli), para hacer una valoración de las mismas. El caso es que en el día más importante de la navidad, ya estoy deseando que se acabe. Años atrás, simplemente era pesimista con la fecha pero más o menos encontraba formas para que segundos felices, compensaran unas fiestas nefastas para mi. No soy de esas personas que por sistema acaban criticando estas fiestas por cuestión de las colas o de que todo el mundo tiene que ser bueno en navidad, sino que cuando la vida te va dando palos y tu intentas luchar porque nada de lo malo te afecte, siempre ocurre algo que hace que la mínima sonrisa se vuelva a convertir en sufrimiento.

Hoy estoy en un sitio donde me han hecho mucho daño, donde no se han molestado en conocerme y la capacidad para juzgarme por mis actos en todos estos años va cada día a mejor y cada vez resulta peor para mi. Lo que más me duele es que han vertido acusaciones sobre mi y además a mis espaldas, asi que ¿cómo puedes defenderte de eso?. Si digo algo incorrecto, es que estoy exagerando y he malinterpretado sus palabras y si no digo nada, me quedo con la rabia dentro y con un corazón repleto de sufrimiento a punto de explotar.

Hoy también he vuelto a pensar que la culpa es mía, cosa que hacía tiempo lograron curarme y yo conseguí que no me perturbara. Como consecuencia de esto, un balcón y el suelo iban a ser lo que yo consideraba que sería mi salvación. Pero, afortunadamente soy una cobarde y mi persona especial vestida con un graciosísimo gorro de Papa Noel ha logrado que recupere la cordura y recuerde que aún hay personas que si que me conocen y me necesitan. A esas personas, les pido perdón por no haber sabido valorar su amor y les doy las gracias por simplemente tomar un café y jugar a las cartas haciendome reir o acompañarme a Málaga a buscar regalos.

Espero que con el tiempo, logre que mi espíritu navideño vuelva a aparecer como cuando nos emocionamos de pequeños sacando las cajas del árbol de navidad o quedándonos sin dormir porque van a venir los reyes. En estos días, me encantaría que la niña que llevo dentro se apoderara de mi y se llevara todo lo malo que tengo de adulta.

Felices fiestas a todos los que amablemente dedicais unos minutos de vuestro tiempo a leerme y que como dice, mi admirado Pablo Motos, que vuestra sonrisa os acompañe siempre.