Guillermo del Toro vuelve a sorprender, y eso en estos tiempos del remake y de hacer lo mismo con diferentes protagonistas es de agradecer, con una película donde lo que sobresale es la fantasía y el universo mágico que se encuentra en su prodigiosa cabeza pero también una lección y una manera distinta de contar la historia de España en la época de la Guerra Civil.
La película cuenta con varios ingredientes esenciales para lograr ese satisfactorio resultado al salir de la sala, una gran planificación donde el juego de primeros y segundos planos, transiciones a lo Hitchcock donde se juega con la ubicación de los personajes, todo esto conjugado con un gran iluminación donde Guillermo del Toro demuestra su habilidad para combinar luces y sombras de una manera muy personal y a la vez queda bien artísticamente hablando y también una gran ambientación para cada una de las escenas, hace que el desarrollo de la trama esté muy bien llevado y además el espectador disfruta de todo lo que está viendo mientras sigue la historia.
Es de destacar también el gran acierto con cada una de las interpretaciones, de la que saco especialmente a una Maribel Verdú por su agradecido cambio de registro el cual realiza a la perfección y aunque no sea la que lleve el peso de la trama, si que hace que su personaje destaque especialmente y te deja llevar por sus sentimientos con un naturalismo increible. Quizás me haya sorprendido porque siempre estaba acostumbrada a verla en papeles corales donde no era importante verla individualmente y por esta razón no aprecias el talento que tiene. Por supuesto, Ivana Baquero como protagonista es todo un acierto, nada más con sus ojos te acompaña en la historia y te va guiando con la fantasía que aparece en el momento y no me olvido de Sergi López que cumple a la perfección el cometido de su impresentable personaje y le acabas odiando durante toda la película.
El hecho de que vaya combinando la historia fantástica con la real de una manera además muy acertada porque el espectador en ningún momento se pierde con las dos historias y consigue que estés pendiente en todo momento de lo que está sucediendo, hay muchos directores que no saben realizarlo con la misma delicadeza que lo hace Guillermo del Toro en la película, en el sentido de que se entiende perfectamente cada uno de los saltos que se hacen en la trama, y en ningun momento se te despista la mente de lo que estas viendo y los cambios los hace en momentos cruciales y eso hace que se cree una mayor expectación de lo que puede ocurrir y la película te resulta más interesante.
Creo que la historia de España se puede contar de muchas maneras y esta resulta original, con una fantasía que parece que no cuaja con la realidad que se vivió en ese momento, pero el hecho es que este riesgo le ha salido bien al director de Hellboy, y mientras ves realmente la cantidad de injusticias de una manera muy cruda y realista, por otro lado te hace viajar en un universo fantástico creado magistralmente por Del Toro en el que para bien o para mal, los seres son cada vez más imaginativos (a la vez que en alguna ocasión muy repugnantes, la única pega que le doy al filme)y no paras de sorprendente.
Espero que muchos directores sigan atreviendose a realizar esos proyectos personales que salgan de lo ya muy visto, como demuestra Guillermo del Toro con El laberinto del fauno, abstenerse de verla los que no crean en las hadas o los que buscan siempre la explicación lógica a todas las cosas.
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