Este año se va a cumplir una de mis ilusiones, de esas que para mucha gente puede parecer una tontería y aunque lo sea, yo me sentiré bien al realizarla. La persona que ha hecho eso posible ha sido mi prima Azahara, que ni corta ni perezosa, se decidió a regalarme un vestido para estrenarlo en nochevieja junto a unos zapatos rojos preciosos.
Todo vino por una mirada, muchas de las cosas importantes que evidencian lo que quiere decir una persona se encuentra en su mirada. Yo creo que esa fue la clave para que mi prima decidiera a hacerme ese gran regalo. Mis ojos se decidieron entre envidiosos y con mucha alegría cuando observaron el traje que iba a lucir otra de mis primas, un vestido con el que yo había soñado mucho tiempo y que no lograba encontrar.
Entonces Azahara, no perdió la oportunidad de verme esos ojos y decidirse a darme por Papa Noel, algo para estrenar y que encima al probarmelo, todo el mundo me miraba como si llevara lo mejor que me había puesto en mi vida.
Al igual que Cenicienta, tuvo la oportunidad de salir de su agujero gracias a su hada madrina, mi hada madrina también consiguió salvarme de una tristeza que venía acompañandome estas navidades y proyectó un rayo de luz que me está sirviendo para ponerle ilusión a algo en navidad, cosa que me cuesta.
Y también como Cenicienta, la noche de mañana depende de unos zapatos, que nunca me pongo porque no suelo llevar ese tipo de tacón y no paro de ensayar por casa y aceptar consejos de todo tipo, para que pueda lucirlos sin parecer un pato mareado.
En definitiva, mi objetivo será parecerme lo más posible a una princesa de cuento junto a mi príncipe y disfrutar de una gran noche, luciendo POR FIN algo a estrenar que me sienta bien.
Y cambiando de tema, hoy ha sido un día muy especial para mi príncipe, ya que es su cumpleaños. En realidad, el regalo me lo ha dado él a mi, cuando le he visto su cara al abrir mi regalo guardado durante mucho tiempo y ahora mismo que está disfrutando de él.
Es una cosa que me encanta hacer, buscar esa cosa sorprendente, que no se espera recibir y ver la reacción que tiene al abrirlo. Todo el sufrimiento de mantener ese secreto, se compensa con lo que he mencionado antes, la mirada.
Estas dos cosas, el regalo de mi prima y el que, sin querer, me está haciendo mi príncipe, son las que estan permitiendo que le encuentre un sentido positivo a la navidad y que poco a poco, cada año me vaya disgustando menos.
FELIZ NAVIDAD A TODOS Y GRACIAS POR DEJAR SIEMPRE UN RATITO PARA ABRIR MI ARCÓN
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