martes, abril 24, 2007

Cuando conoces al extraño


Después de la resaca de Sant Jordi, estoy todavía subida en una nube de la que me costará bajarme en mucho tiempo. En el artículo de hoy, escribiré mucho la palabra extraño, no solo porque sea el argumento base de la película que nos acompaña, sino porque ayer fue un día de conocer a esos extraños con los que te emocionas en sus lecturas o viendolos por televisión.
La verdad es que este año, no fue tan prolífico como el pasado. Solo tuve dos objetivos: Buenafuente y Juan José Millás. Esas dos personas extrañas que me han acompañado en importantes etapas de mi vida, sin que ellos lo supieran y quise que esa barrera se derrumbara en un día tan especial como el de Sant Jordi.
Resarcida del año pasado, me decidí a ir primero a que me firmara Buenafuente y se me cayó el sombrero ante un gran profesional que me dejó cautivada por una gran sonrisa y un estupendo dibujo estampado en mi libro, con una de las cosas que más me apasionan en este mundo, una radio.
Me escuchó, se rió conmigo y me dedicó un saludo, fue una de las pocas veces en que he estado tan cerca de la felicidad plena. Gracias por ello. Y también al Follo, que estaba con la antena puesta y me dedicó otra bella sonrisa, uno de los mejores regalos que me pudo hacer. Gracias a él también.
En cuanto a Millás, pasó lo que me esperaba, los escritores tienen ese aúra de tímidez que únicamente se libran cuando escriben esas cosas maravillosas en sus libros. Por mucho, que le profesara mi admiración a Millás, además de que la acústica no era la adecuada, tampoco estaba por la labor de escucharme y quizás tampoco me expresé todo lo bien que hubiera querido. No me sentí decepcionada, aunque casi ni me hiciera caso, porque se que me lo hace cuando continua escribiendo para mi. Asi que, tambien Gracias.
El año que viene, volveré...
Y ahora os dejo el comentario extraño de Seduciendo a un extraño. Me apetecía mucho volver a ver a Halle Berry en un thriller de estas características y así de paso, olvidarme de algunas recientes interpretaciones que dejaron mucho que desear...
La cosa pintaba bien desde el principio: Una historia interesante con unos títulos de entrada muy inquietantes que poco a poco mientras vas conociendo la trama, vas atando cabos de como va la cosa. Hasta la mitad de la película, te vas poniendo en la piel de la periodista que encarna Halle Berry, y todo se va desarrolando según las pesquisas que ella va descubriendo durante la película.
Todo va bien en cuanto a ritmo y sobretodo una tensión entre los dos protagonistas que atrae muchísimo y se siente una sensación de obnubilacion pensando en como la Berry va a seguir adelante con la investigación. Y entonces, todo eso se trunca justo hacia mitad de película cuando Bruce Willis descubre lo que está ocurriendo y el efecto sorpresa se disipa. A partir de aquí, la tensión decae, la película se te hace larguísima (y eso que no dura mucho) y las explicaciones que se dan sobre el origen de la trama, dejan mucho que desear aunque sean realmente sorprendentes.
Por lo menos, es de destacar el trabajo de la señorita Berry, principalmente la tensión que mantiene con el señor Willis. Y también encontramos al típico personaje graciosete, interpretado por Giovanni Ribisi, que acompaña a la prota y que tiene siempre esas frases chocantes, pero no deja de ser, un personaje muy utilizado en películas de este tipo.
En definitiva, podría haber sido una gran película de suspense pero se queda en una historia mal acabada y que te deja totalmente indiferente.

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